miércoles, 13 de septiembre de 2017

La Patria


                 La Patria es el otro...

                                                                                                  Mirta Ventura     
                                                                                                Septiembre 2017


            Parece trivial o elemental querer a la Patria, sin embargo, no siempre la ideología que vive en el interior de muchos ciudadanos permite que, este sentimiento genuino que parece natural, se instale efectivamente en sus mentes. No son conscientes de este abandono y si se les preguntara dirían en forma refleja, que sí aman la Patria, aunque en sus elecciones y comportamientos provocan perjuicio a esa Patria.

            Claro está que esto se produce por el accionar premeditado de todos los poderes dominantes, siempre presentes, que actúan desde afuera y desde adentro de los países, para que esto suceda. De no ser así no se comprendería cómo mucha gente vota en contra de los intereses de su país aunque se beneficie individualmente, y otros, humildes, votan en contra de sus conveniencias.


Emancipación

            Quizás se hace necesario, aunque sea bien sabido, marcar la diferencia entre ser “nacionalista”, en países dominantes o en países dependientes, como lo somos los países latinoamericanos, entre otros. El amor a la tierra en que uno ha nacido y habita, y su defensa es propio de ciudadanos con derechos y obligaciones pero, en caso de los países dependientes, ser nacionalista significa que luchamos por la soberanía, por la independencia. A pesar de 1810, 1816, y tantas otras contiendas, periódicamente caemos en gobiernos, como el que nos gobierna en este momento, que con el argumento de pertenecer al mundo, nos entregan. No tienen como objetivo que Argentina sea autónoma, que crezca su producción, su desarrollo tecnológico, sus exportaciones. El sentimiento de soberanía no lo tienen. No quieren a la Patria.

            Ser nacionalista en países dominantes, por un lado es natural, pero allí no se pelea por la soberanía, porque ya la tienen, y para tenerla someten a países dependientes, se apropian de sus recursos naturales, manejan los precios a su conveniencia sin importarles el destino de tantos pueblos sometidos.


Lo que vivimos hoy en nuestra Patria

            Lo que estamos viviendo desde diciembre de 2015, es el retorno al modelo conservador que destroza la soberanía, que aniquila los caminos emancipatorios emprendidos en la década anterior, que profundiza la brecha entre ricos y pobres, que como siempre ocurre en estos procesos en donde se cercenan derechos, recurren a la represión. Esto lo hace el PRO acordando con la UCR que gobiernan por el voto popular. Es realmente nefasto y triste. Hasta tienen apoyo de un sector neoliberal del Justicialismo. Cuesta explicarlo.
            Los empresarios argentinos, muy alejados de lo que llamábamos empresariado nacional, viven del mercado interno. Sin embargo aprueban las medidas económicas de este gobierno que afectan profundamente la actividad comercial interna. Hay muchos trabajadores que también apoyan a este gobierno aunque se vean cada vez perjudicados socialmente. No podemos tomar como válidas las posibilidades que, según Esteban Bullrich se les presentan a los echados de sus trabajos y del sistema, de reconvertirse en “emprendedores” (conducir drones, fabricar cerveza artesanal).
            Actúan sobre los trabajadores organizados para producir individuos sueltos con problemas, soluciones y fracasos individuales. Años de organización laboral y social se destruyen convirtiendo las medidas de protestas colectivas como las movilizaciones y paros en impedimentos al normal tránsito de los vehículos. El trabajador autónomo no tiene conducta colectiva, cree él en sus condiciones personales si le va bien. Es el logro de las políticas que imponen para que desaparezcan los derechos laborales y sociales, haciéndoles creer a los perjudicados que vivir con individualismo sin intervención estatal, lo benefician. Terminan votando a favor de perder sus derechos.
                        El ataque es en varios planos, la ciencia argentina es apaleada. El proyecto Arsat-3, es dejado de lado, despreciando el desarrollo de la ciencia argentina. Restan presupuesto a la ciencia y técnica, no incluyen a los científicos de Conicet que ya habían sido aceptados para su incorporación, no respetan las paritarias docentes. El retroceso es contundente. Y como si fuera poco, con frivolidad y discurso de secta se proponen profundizar aún más hacia el individualismo emprendedor que contiene a la mayoría de los funcionarios nacionales que provienen de empresas que han actuado contra el Estado Nacional desde siempre.
            Además del historial de causas de corrupción de Macri que venían desde que era empresario y que se siguieron sumando, ya, como funcionario, estatización de la deuda privada, cloacas Rousselot, Manliba, importación de autos, quiebra del Correo Argentino, contrabando de autopartes y varias más, es necesario destacar el contenido de muchas medidas que este gobierno decidió tomar: al Poder judicial lo maneja según su conveniencia poniendo y sacando jueces según el contenido de sus fallos e intenta lo propio con el Consejo de la Magistratura, la ley de Medios y la ley de Argentina digital dejaron de tener vigencia simplemente por dos DNU dictados por el Poder Ejecutivo, por decreto fueron designados jueces de la Corte Suprema de Justicia, Intentaron dejar en libertad a violadores de derechos humanos aplicando el 2X1, incumplen normas internacionales, etc. La justicia no está funcionando en esta democracia.
            En lo económico, la inflación es mucho mayor a la que había en 2015, la industria nacional está en destrucción y, coherentemente, se perdieron miles de puestos de trabajo y los salarios disminuyeron y todo esto con un endeudamiento desbordante que compromete a la economía argentina por generaciones y generaciones.
            Además muchos funcionarios de este gobierno, tienen fortunas no declaradas y con imposibilidad de justificar. Todo coherente con la clase desde donde vienen, representan, y para la que gobiernan.
            Las personas que componen a este gobierno, tratan de parecer buenos, correctos, prolijos, se expresan como pastores o mediadores, pero son corruptos, falsos y usan para gobernar, a jueces inescrupulosos y represión. Aparecen festejando un triunfo electoral que no fue, para dar una imagen que no se corresponde con la verdad. Gobiernan con la mentira.
            El país está pasando un momento de destrucción, de pérdidas de derechos. Las personas, en su gran mayoría, tienen problemas laborales, habitacionales, pierden elementos vitales para el normal funcionamiento del hogar como el gas, la electricidad, el agua. En las libertades y derechos democráticos se ha caído notablemente, Milagro Sala está ilegalmente privada de su libertad, por imposición del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y parcialidad de la justicia, y vivimos uno de los mayores dolores que el pueblo argentino puede transitar, la desaparición forzada de un ciudadano, Santiago Maldonado. Todo es desdicha.

Disyuntiva histórica

            Estamos nuevamente ante dos opciones de país, dos modelos que lo fueron desde 1825 cuando Rivadavia venció a la Revolución de Mayo y a sus héroes. Ahora lo tenemos a Macri, representando al modelo financiero, agroexportador y el modelo representado por Cristina Kirchner (Unidad Ciudadana en la expresión actual), que defiende el mercado interior y estimula la Industria Nacional, la Ciencia y Técnica Nacional, la igualdad de oportunidades priorizando la educación, fomentando la inclusión social, la igualdad de oportunidades, la tarea conjunta con otros países latinoamericanos. Individualismo frente a inclusión, servilismo con los países poderosos frente a la lucha continua por la soberanía. Hoy las posibilidades son estas.
            Como ocurre asiduamente en nuestro país, para hacer algún proyecto político que se considere capaz de torcer el camino de derecha que estamos transitando, tenemos que tratar de entender qué pasa con el peronismo. Hemos tenido desde 1945 a 1955, peronismo con Perón, años en que la inclusión, los derechos sociales se desarrollaron especialmente, se comenzó con la organización obrera y su sindicalización, dándole al trabajo la mayor de las importancias, también para el peón rural, para el trabajo en general. Leyes que amparan al trabajador, comenzaron en esa época. Se introdujo el voto femenino con igualdad de derechos. Se nacionalizaron los ferrocarriles, se desarrolló la Industria Nacional. Marcó una gran diferencia con los que siempre gobernaron para los ricos. Pero en 1973, el gobierno de Isabel con López Rega, también fue un gobierno peronista, y la represión de la siniestra Triple A, fue gestada y ejecutada en ese período. También tuvimos en los 90, el gobierno peronista de Carlos Menem, que privatizó nuestra Aerolínea de Bandera, el Correo Nacional, YPF, gobernó en contra de los trabajadores, se perdieron derechos, se bajaron sueldos y jubilaciones. Entre medio de estos gobiernos peronistas, tuvimos, militares de derecha, radicales más progresistas y otros más neoliberales. Todos estos, trabajaron en contra del pueblo.
            A partir de 2003, un nuevo gobierno peronista, El de Kirchner y luego el de Cristina, trabajó a favor de los argentinos. Es un caso en que las autoridades se movieron más allá del reclamo de las bases en la recuperación de tantas empresas que fueron privatizadas, se las nacionalizó, y se las hizo producir. Argentina tuvo un período importante de emancipación, se favoreció a la industria, a la ciencia y a la tecnología nacional haciéndonos sentir por primera vez en tantos años, soberanos. No aceptó lo que quisieron imponer los Fondos Buitre, para pagar la deuda cuantiosa que dejaron los gobiernos neoliberales anteriores, el peronista de Menem y el radical de De la Rúa y consiguió arreglar el pago con una disminución de la deuda del 70%. En ese período la ciencia argentina recobró prioridad y pudo continuarse con el programa nuclear nacional que había sido interrumpido en los 80. Se recobró lo ya hecho, muy cuidado por los trabajadores de Atucha y se pudo poner en marcha la Central Nuclear Atucha II, que llegó a trabajar al 100% de potencia, También se realizó el Arsat 2, que permitió no perder una de la órbitas asignada, que le pertenecen a Argentina desde la cual se pueden establecer comunicaciones a lugares complicados de nuestro interior profundo. Nos sentimos argentinos, recordamos qué significa querer a la Patria.

Pero la derecha volvió

            El 10 de diciembre de 2015, ganó las elecciones nacionales, “Cambiemos” compuesto por Macri, empresario financista, la Coalición Cívica de Elisa Carrió, y lamentablemente, el radicalismo también involucrado. Es el gobierno neoliberal por excelencia, de derecha, sin sensibilidad social alguna que va destruyendo el trabajo realizado durante 12 años progresistas. Los salarios en baja, los empleos destruidos, la tercerización a manos de privados como método, la baja en educación pública, la ciencia y el Conicet, devastados, la ampliación de rutas aéreas a manos de empresas privadas, no respeto a las paritarias, pago inescrupuloso a los Fondos Buitre, endeudamiento en crecimiento constante utilizado para el pago corriente, la pérdida de derechos sociales, la encarcelación ilegal de Milagro Salas, la desaparición forzada de Santiago Maldonado, la represión a las marchas de protesta ciudadanas, gremiales y estudiantiles... Un salto atrás contundente, y una curiosidad dolorosa ¿Por qué los votan?

La Patria es el otro

            La posibilidad más efectiva para combatir este desastre, sería la unión del peronismo y de los partidos de centro izquierda e izquierda, de todos aquellos que están dispuestos a defender un gobierno nacional, popular y democrático. Parece difícil, pero si pensamos que hay algo, lo más importante que tenemos todos los aquí invocados, que es el convencimiento que lo que queremos para nuestra Patria son las ideas de izquierda de este momento en Latinoamérica: Construir un Gobierno, Nacional, Popular y Democrático
            “La Patria es el otro", frase que fue acuñada cuando gobernaba el kirchnerismo, simboliza mucho de lo que ocurría y de lo que dejó de vivirse con el cambio siniestro que se produjo con Cambiemos.
            Emmanuel Levinas(*), destacaba que el giro del otro es el giro que falta a la filosofía. Somos todos iguales, y en lo concreto somos distintos, pero tenemos los mismos derechos. Somos iguales y somos distintos pero ¿cómo es posible comprender al otro sin romper su particularidad, la extrañeza? El otro nos constituye, nos destruye, nos ayuda y nos complica, nos posiciona y nos cuestiona. El Otro me es necesario para ser yo. No puedo ser yo sin el Otro.
            A la luz de esta cita, me permito interpretar que no es posible construir una patria democrática, si no se logra asumir que el Otro está en mí, que es parte de mí, porque yo solo no soy nada. Para hacer la Patria necesito del otro. No hay nadie que solo, represente a la Patria.

¿Cómo seguir?

            Cristina hizo una Carta Abierta, llamando a la unión de todas las expresiones del peronismo y progresismo. Rápidamente Massa se expidió en contra y es lógico. Alguna vez se llamó peronista, pero él y a quienes representa no tienen presente al Otro. Randazzo, tampoco acepta, otra vez más su individualismo va en contra del movimiento nacional popular y democrático. Veremos como se va engrosando la Unidad Ciudadana, que es la tarea hasta el 22 de octubre. Después habrá que trabajar, discutir, ampliar mentes, para que se llegue a entender que no es lo mismo que en 2019, vuelva a ganar el neoliberalismos de derecha, que no siente ni a la Patria ni al Otro, que un Gobierno Nacional, Popular y Democrático, que desarrolla y aplica las ideas sociales, soberanas, emancipadoras de izquierda, aunque muchas veces la izquierda se opone.     Los argentinos lo necesitamos. Los argentinos somos todos aquellos que queremos a Argentina y trabajamos para consolidarla independiente. Somos lo que bogamos por la Gran Patria Latinoamericana. Somos los argentinos que sentimos La Patria y al Otro. “La Patria es el Otro”.





Levinas, Emmanuel: Humanismo del otro hombre. Mexico 1974 (Montpellier 1972)