lunes, 5 de octubre de 2015

Somos y estamos



                                              No perder lo que tanto costó...
                                               No retornar al pasado gris...
                                               Somos muchos, nos tenemos...
                                               Somos y estamos...


                                                                       Mirta Ventura
                                                                       Octubre 2015


Objetivos

Escuchamos decir frecuentemente, como si fuera un objetivo digno de querer alcanzar, que podría realizarse un país sin fricciones si ganara tal o cual candidato. Sabemos que esto no es así. Los intereses son muy distintos entre uno y otro proyecto. No se está jugando en estas elecciones si vamos a vivir en un país moderado o crispado. Esta disyuntiva no dice nada acerca del rumbo que el país va a recorrer en los próximos años. La política no puede tomarse respiros ni atajos. Lo que se haga a favor de los ciudadanos, de la igualdad de oportunidades para todos los habitantes de este suelo, con proyectos propios a favor de la independencia en lo económico, en lo social en lo político, en el desarrollo industrial nacional para lograr esa independencia, con la integración necesaria con Latinoamérica, va a ser siempre irritante para aquellos que tienen como proyecto volver al neoliberalismo con “relaciones carnales” con el Imperialismo. No se trata de buenos modales o crispación, se trata de políticas que llevan a uno u otro lado del río

La Argentina de hoy lucha por ser un país de iguales, con iguales derechos, pretende crecer, desarrollarse y ser soberana. No cree que estar inserto en el mundo signifique someterse y aceptar el papel que de afuera le quieren imponer. La reestructuración de la deuda y el tratamiento que se dio a los fondos buitre en relación a esa operación, así como la recuperación de YPF, Ferrocarriles, Aerolíneas Argentinas, la sustitución de importaciones y la industrialización nacional, los planes para viviendas Procrear... etc. Las jubilaciones, las computadoras del plan Conectar Igualdad... son muestras del camino que se sigue.

Algo de nuestro pasado

Cuando se elogia la Argentina del Centenario, por el contrario, se festeja una Patria para pocos. El proyecto que se impuso era el de desechar al gauchaje. Se destacaba la cultura francesa, se priorizaba al inmigrante europeo respecto al habitante autóctono. De allí se obtuvo una Argentina europeizada que se distinguía de los demás países suramericanos. La Constitución de 1853 reflejó estas ambiciones elitistas para pocos y de sumisión colonial. Los que quieren volver al dominio financiero de los 90, extrañan al país del Centenario.

Lo que tenemos

El kirchnerismo ha mostrado una faceta que ninguna de las otras posibilidades que se presentan actualmente pueden atribuirse. Este espacio contiene fundamentalmente al peronismo pero también a varios componentes del llamado espacio progresista. Hay peronistas que no están en el kirchnerismo y hay kirchneristas que no son peronistas. Esta unión es la que ha podido sintetizar la fuerza de la organización social, política y democrática. Es en este sentido que decimos que no nos debemos permitir la disolución de esta amalgama.

Se ha logrado una gran capacidad para convocar masivamente a sectores que se fueron organizando para poder demostrar en momentos fundamentales el apoyo a medidas trascendentes que el gobierno ha tomado, a contramano de lo deseado por las fuerzas neoliberales que siguen pugnando por volver. También la movilización popular ha podido expresarse en momentos de grandes emociones de tristeza o de alegría. El ciudadano argentino que se moviliza siente que es parte, se siente protagonista en la historia que estamos viviendo y esto no debe perderse.

Se devolvió el sentido a la política. En los 90, había sido vaciada, transformada en un pretexto para el individualismo. La política para hacer un país mejor, con intereses para todos, se recuperó. Este movimiento revivió al peronismo, que también había perdido en esos años su espíritu sindical, de mejoras para la clase trabajadora, para la inclusión de tantos desprotegidos, dándole un suplemento fundamental. Contiene en su espacio a grupos progresistas que levantan los principios irrenunciables de la izquierda fundacional. La prueba que esto es así es que hay parte del peronismo, el de derecha, que viendo el sentido que el gobierno ha seguido de enfrentamiento con el poder real, lo ha abandonado. En los 90 los gobiernos peronista (Carlos Menem) y radical (Fernando De la Rúa) ataron a la nación a los designios de Estados Unidos y poderes financieros que los usaron con ideología neoliberal para hacer sus propios negocios perjudicando a la mayoría de los argentinos.

Nada está asegurado. Hemos visto a cierto peronismo y a cierto radicalismo convertirse en conservadores recalcitrantes. Queremos destacar, justamente, lo contrario de esas manifestaciones. El peronismo contiene en su ideología lo nacional y popular, la lucha a favor de los trabajadores y de los humildes. Por esto es que decimos que lo que hemos llamado kirchnerismo supera conceptualmente al peronismo porque contiene su parte emancipadora y de lucha social con el agregado progresista que su conformación le da. Ideas de izquierda dentro de este espacio son constituyentes. En palabras de Horacio González (Director de la Biblioteca Nacional, miembro de Carta Abierta), “El peronismo puede no ser un partido de izquierda, pero tiene que tener los temas de izquierda”.

La Argentina, desde 2003, dejó esa vieja fantasía oligárquica que nos hizo tanto daño, de sentirse “europeo” en Suramérica. La Argentina ha logrado recuperar su autoestima, se decidió a forjar su destino autónomo. El progreso en este país ya no es parecer lo que no se es. Se tiene orgullo de ser latinoamericano. Se ha tomado consciencia que no debemos depender, que lo nuestro es trabajar para el bien común de nosotros y de los hermanos latinoamericanos con los que tenemos un origen y futuro en común. También se ha asumido, no como una teoría, sino como una vivencial experiencia, que lo nuestro, en este momento de la historia de transformación latinoamericana que nos incluye, es lo nacional, popular, y democrático.

El camino está lleno de obstáculos pero no se ha dejado de avanzar en todos estos últimos 12 años. Cuando festejamos el bicentenario del nacimiento de nuestra patria, estos han sido los valores destacados para celebrar.

Lo que vendrá

A partir del 10 de diciembre de 2015, habrá un nuevo presidente en la República Argentina. Hemos tenido 12 años de kirchnerismo con grandes transformaciones necesarias para lograr alcanzar un país no sometido a los grandes países y corporaciones. No está alcanzado este propósito en su totalidad lo que nos indica que cualquiera sea el resultado obtenido en las elecciones presidenciales que se avecinan este 25 de octubre, el kirchnerismo y más ampliamente el Frente para la Victoria, (alianza electoral constituida por distintas vertientes del peronismo, del centro-izquierda, el Movimiento Nacional Alfonsinista encabezado por Leopoldo Moreau, y también otros dirigentes que vienen del socialismo, del comunismo, de la democracia cristiana etc. Se usa, a veces sin precisión, indistintamente como kirchnerismo) no debe desintegrarse. Por el contrario hay que seguir construyendo.

Si la fórmula presidencial electa resulta ser Daniel Scioli – Carlos Zanini del Frente para la Victoria, esta construcción se hará con mayor facilidad, seguramente, porque es quién se dice el sucesor de este proyecto abocado a continuar avanzando en profundidad. Un anhelo anunciado, es promisorio. Se propone crear un Ministerio de la Economía Popular desde el ministerio de Desarrollo Social para lograr que todos los habitantes de este suelo tengan techo, tierra y trabajo. Veremos.

Mucho más trabajoso va a ser si la elección se inclina a favor de Sergio Massa – Gustavo Sáenz del UNA, o de Mauricio Macri – Gabriela Michetti de “Cambiemos”. Massa que, entre otras vueltas al pasado, se compromete si es él el elegido presidente, a ocuparse de que los Ministerios de Seguridad y de Defensa puedan actuar contra el narcotráfico. Propone que las Fuerzas Armadas se instalen en las fronteras y se introduzcan en los barrios pobres para actuar directamente sobre los narcotraficantes. No repara en que esto está prohibido por la ley De Defensa Nacional Nº 23.554, en la que se establece una clara diferenciación de los ámbitos de actuación de seguridad pública o ciudadana y defensa nacional, por la que se ha trabajado mucho desde el retorno a la democracia, después de la experiencia vivida en la dictadura. Parece no enterarse de lo que está pasando en Méjico con esa idea de intervención que se ha cobrado miles de vidas. La propuesta es grave.

Macri, que más allá de todo el funcionamiento corrupto con que se manejan las cuentas de la ciudad, tan desenmascarado en los últimos meses, promete vivienda para todos cuando en la ciudad no cumplió en ocho años que la dirige con sus obligaciones en ese rubro, y hasta ha subejecutado el presupuesto adjudicado para ese fin. Los diputados del PRO (cuyo jefe es Macri), fueron los únicos que no votaron a favor de la creación de una Comisión Bicameral para investigar las responsabilidades civiles en la dictadura. Es nefasta para Argentina la posibilidad de que él sea el próximo presidente.

Somos y Estamos

No hay espacio para el descanso, no se trata de llegar a una meta y entonces descansar. Esto es dinámico. Los que hemos compartido con satisfacción lo transitado y conseguido en estos últimos años, deberemos seguir profundizando y avanzando para no permitir que se retroceda. Somos conscientes y estamos presentes.


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