jueves, 27 de agosto de 2015

Gesto de Grandeza



                                                           Los hermanos sean unidos
porque ésa es la ley primera;
tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que sea,
porque si entre ellos pelean,
los devoran los de ajuera. (1)
                                                            
                                                                         Mirta Ventura
                                                                         Agosto 2015



Democracia y República

A pesar de lo que dicen los que hablan mucho de República, lo que no blanquean es que no respetan la decisión electoral de las mayorías. No explicitan al añorar el país del Centenario, que lo que no les gusta de la actualidad es el avance democrático que no mencionan. Prefieren el estado republicano que dicen de “virtud”, de minorías, hablan de Libertad, como si en el estado democrático actual no hubiera libertad. No tienen como premisa la Igualdad, porque el estado que revindican se sirve de excluidos social y económicamente. La Libertad en el Estado Democrático se obtiene únicamente con Igualdad. Aunque un candidato haya sido elegido con amplia mayoría, si no les conviene para sus aspiraciones minoritarias, lo van a considerar antidemocrático, tiránico, porque no les deja ejercer su libertad de actuar su condición de privilegio. La igualdad de oportunidades, de educación, de salud, la inclusión, son los factores que llevan hacia la Libertad en el Estado Nacional Popular y Democrático que estamos viviendo.

Democracia y Dictadura

En Argentina hubo golpes militares triunfadores desde 1930. En 1930, 1943, 1955, 1962, se generaron dictaduras provisionales, hasta ordenar la salida electoral. En 1966 y 1976, las dictaduras fueron permanentes. En 1976, además de ser una dictadura, se impuso un régimen de Terrorismo de Estado en el que los derechos humanos fueron violados con alevosía. El término “desaparecido”, se acuñó a partir de esa dictadura que se ejerció hasta 1983, produciéndose la catastrófica cifra de 30000 desaparecidos.

Al no aceptar la democracia, a partir de 1930 y hasta 1976 se recurría a los golpes militares porque era la única manera de obtener el poder. Las grandes mayorías no votaban a la ideología clasista, conservadora y eso estaba en contra de los anhelos de los más poderosos. Esos años dictatoriales, también mostraron que no funcionaban las instituciones (expresión que siempre está en las bocas de quienes no respetan la voluntad popular) sin el apoyo de las mayorías. Después de 1983, en que los golpes militares fueron sacados de agenda por las consecuencias nefastas que produjeron, comenzaron con los golpes de mercado, económicos, para favorecer los intereses monopólicos de grandes empresas aliadas a medios de comunicación. Los llaman golpes blandos pero actúan con dureza sobre la vida de los más desposeídos. La lucha contra el ataque de derecha toma distintas apariencias, pero persiste.

Cuando en 1976 se derrocó al gobierno peronista, ya había sucedido la destitución de Allende en Chile. Más allá de algunas características indefendibles de ese período previo a 1976, de la política argentina, ése era un gobierno elegido democráticamente y fue destituido por fuerzas militares activadas por poderes económicos.

Gobiernos Populares

En la actualidad, en que hay gobiernos populares en varios países latinoamericanos, se están viviendo ataques destituyentes. Pretenden sacar el valor de los Gobiernos Populares de la región utilizando la categorización de “populismo” como algo despectivo. En todos estos países la oposición siempre aduce la falta de libertades. Los Medios Informativos vituperando sobre la base de denuncias falsas qué, como tales, no pueden ser corroboradas incluyen, paradójicamente, la falta de “libertad de prensa”. Los mismos medios que fueron cómplices de las peores dictaduras, con desaparición y muerte de ciudadanos, se permiten ahora acusar a estos gobiernos democráticos por falta de libertades y actúan a favor de los grandes poderes destituyentes. Las embestidas golpistas no militares, están otra vez surgiendo en los países de Latino América (El Salvador, Paraguay). De allí la gran necesidad de seguir fortaleciendo en las ideas y en la acción la consolidación de La Gran Patria Latinoamericana.

Democracia y Liberalismo- Igualdad y Libertad

La oposición en nuestro país, apoyada y elegida por los poderes que no quieren mencionar siquiera la palabra “igualdad”, califica al kirchnerismo como “populismo” y en esta calificación significan que este gobierno no es “republicano”. No quieren asumir que los gobiernos nacionales y populares de la América Latina de hoy, han incluido las premisas de la “igualdad” y de la emancipación como prioritarias. La libertad se alcanza para todos cuando se consiguen estas premisas, cuando el populismo radicaliza la democracia. La libertad sólo para elegidos, por el contrario, es la que pretenden estos republicanos no democráticos.

Los Estados Populares Democráticos son impulsores de transformación. Desde los Estados se fomenta la redistribución, la igualdad de oportunidades. Los movimientos de América del Sur de la actualidad han rescatado al Estado que aporta al fortalecimiento de la democracia. Hoy se le pide al proyecto democrático que radicalice a la democracia. La democracia, en estos países, no especula con la trampa del liberalismo. No es deseable que los ricos que bogan por la libertad, tengan la libertad de no cumplir con todo lo que en un país para todos, debe exigírseles a sus ciudadanos. Tampoco se acepta que para los más pobres, la única libertad así entendida, resulte la de vivir con infinidad de carencias.
El gobierno argentino, es uno de estos gobiernos latinoamericanos que entiende que ésta es la democracia por la que se pelea. Para esto se cuenta con mística militante, recuperada en este decenio y con la coherencia política que se desarrolló. Después del 10 de diciembre, con el nuevo gobierno que estará al frente, la movilización multitudinaria, característica esencial de esta democracia, asegurará que las mayorías no permitan que las minorías poderosas que se han sentido dueños del país en tanto tiempo, ya sea en dictaduras como en gobiernos democráticos, se apropien nuevamente del país para todos, que se ha ido construyendo en estos últimos años.

Es uno de los logros de las democracias latinoamericanas haber podido sopesar los conceptos de libertad e igualdad. La igualdad es el motor necesario para llegar a la libertad para todos y no la libertad para elegidos. Con el liberalismo, por el contrario, la igualdad fue arrebatada de las necesidades prioritarias de la democracia.

Gran parte de la llamada izquierda no está comprendiendo esta importante diferencia que marca de qué democracia estamos hablando. Cuando se quiere desprestigiar esta movida hacia la conquista de la soberanía popular, que es rasgo común de todos estos países, argumentan que esto no es democracia que esto es populismo, término que usan despectivamente.

Debieran observar que quienes son una verdadera oposición al liberalismo, son estas democracias nacionales, populares y democráticas. La social democracia ya mostró que no lo es.

Izquierda y derecha

Se dice que la diferenciación entre izquierda y derecha ya no es tal, que los procesos políticos que estamos viviendo no son ni izquierda ni derecha. Sin embargo, vemos que la izquierda prioriza la igualdad, como lo hacen los gobiernos populares y la derecha privilegia el liberalismo, como lo hacen los gobiernos liberales. La justicia social, y la lucha por la soberanía, siempre fueron preceptos de izquierda y es esto lo que llevan adelante los gobiernos populares.

Hay, sin embargo, una izquierda que es opositora a estos gobiernos y actúa en consecuencia. No aceptan que hay otras formas de construir un gobierno que incluya a las mayorías, que las concebidas en las décadas anteriores en donde se hablaba de “revolución”. Los partidos de izquierda desprecian estas experiencias progresistas que, sin embargo, han dado resultados positivos en la dirección en la que apuntaba la ideología de izquierda. Principalmente en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Brasil, con muy distintos procesos, se ha logrado priorizar la política por sobre la economía y se está luchando duramente contra los grupos económicos monopólicos con intereses foráneos, fortaleciendo al Estado Nacional.

No se ha derrotado en su totalidad al neoliberalismo, pero se ha logrado tener un Estado con empuje institucional, lo que hace, a pesar de la opinión de muchos sectores de izquierda, que la fortaleza del Estado Transformador, sea esencial. El objetivo es revertir al neoliberalismo y profundizar la democracia. Asistimos actualmente a lo que podríamos llamar “izquierdas populistas”, que conllevan la radicalización de las democracias.

El primer paso fue poner como primera premisa la Emancipación. Un Estado que decida sobre su país, no aceptando injerencias externas, combatiendo por ende, también, a la derecha de adentro que siempre tiene sus intereses fuera del país. Los gobiernos latinoamericanos progresistas han dado muestras cabales de su posición dura frente a los ataques en contra que siguen recibiendo continuamente porque no se resignan, estos poderes extranjerizantes, a perder su primacía. Sumado a este papel primordial del Estado, para que los logros vayan en la dirección que siempre reclamó la izquierda, es que se trabaja en lo que llamamos profundización o radicalización de la democracia. Aunque muchas de las izquierdas en el país, no se avienen a aprobar los resultados porque el camino por el cual se ha llegado a obtenerlos no es el prefijado por ellas, se ha logrado constituir este Estado Nacional, Popular y Democrático. Se lo ha denominado: Izquierda del siglo XXI. Por algo son tan combatidos todos estos países transformadores. Ellos acuerdan en la acción conjunta en la política exterior, conscientes de la fuerza emancipadora de esta posición. La formación de la Gran Patria Latinoamericana es un digno propósito.

Para que podamos llamar más cómodamente a estos procesos “de izquierda”, veamos que las propuestas que vienen del estado no son únicamente medidas que se relacionan al campo económico. Cuando se dice que hay que radicalizar la democracia significa que las instituciones del Estado deben trabajar, y lo están haciendo, para la mejor vida de todos los habitantes. La educación, la salud, la cultura, la igualdad de oportunidades, el trabajo genuino formal, la cobertura social completa etc., son hitos inclaudicables del Estado transformador.

Período electoral

En este año (2015) electoral, los ataques a varios países de la región son con claridad ataques de la derecha (sí, de derecha), que trabaja de distintas maneras para terminar con los gobiernos populares de izquierda (sí, de izquierda) que han enfocado las políticas aplicadas hacia el mejoramiento sensible de las condiciones de vida de sus ciudadanos, en especial de los marginados. Las clases medias han recibido grandes beneficios que son muy reconocidos por muchos pero no por todos. Están aquellos que por una condición de clase, abrazan una ideología que los hace sentir que no les gusta que los desposeídos de siempre obtengan beneficios que los acerca a ellos en su nivel de vida. Aún si sus intereses no han sido afectados. Perder la condición de elegido, lo viven muchas veces con furia.

Los ataques destituyentes que ha recibido el gobierno en este año son numerosos. Que las PASO hayan mostrado al FPV, como el más elegido ha puesto en marcha una cadena golpeadora abrumadora. Aunque cada artimaña haya sido descalificada una vez que se han investigado los hechos, no sufren penalidades legales ni deschaves en los grandes medios, voceros principales de esa derecha que no se resigna a perder sus beneficios aún en detrimento de los interese nacionales y de la mayoría de la ciudadanía.

Las opciones en esta elección presidencial del 25 de octubre próximo, son o apoyar las políticas que fueron dirigidas a mejorar la vida de la mayoría, las que hicieron que recobremos la autoestima como argentinos no vendidos, o volver al neoliberalismo excluyente fomentado por el poder con odio y difamaciones (la derecha).

El kirchnerismo no cesa de trabajar para lograr más conquistas en derechos sociales, distribución de la riqueza y soberanía nacional. Para esto dispone de la mística militante, las medidas intransigentes en lo económico y el empuje extraordinario que se dio en el desarrollo científico técnico con fines soberanos de comunicación, de industrialización y sustitución de importaciones. No se quiere perder lo conseguido en estos últimos 12 años y se propone seguir avanzando. En esto deben estar todos, no caben aquí sutilezas. A favor o en contra. Es mucho lo que se juega. Es la opción entre el Frente para la Victoria o la derecha.  La llamada izquierda no kirchnerista, verá en dónde se pone. Es claro en dónde debiera ubicarse y sin embargo, no lo está. En el kirchnerismo no se pueden admitir posiciones gorilas ni macartistas. Es importantísima la transversalidad necesaria construida, formada por peronistas, izquierdistas, progresistas, al definir con certeza al enemigo principal. Un gesto de grandeza de todos los argentinos es necesario.




(1)   Martín Fierro

José Hernández