miércoles, 28 de enero de 2015

Histórica Confrontación


                                           Por ahora, va a continuar… Es necesario…


                                                                                    Mirta Ventura
                                                                                       Enero 2015


Confrontaciones

El arco político opositor al kirchnerismo lo ha criticado, continuamente, por conflictivo, crispado, confrontativo, reservándose para él la identificación con la búsqueda de consensos. Estas definiciones, como tantas otras usadas con propósitos alteradores del verdadero análisis que las circunstancias ameritan, son manipuladas con la clara intención de ocultar los significativos logros que en estos últimos años se han obtenido, no sin desafiar los grandes conflictos que se desatan, cada vez que algún gran monopolio o poder tuvo que ser enfrentado.

A partir de 2003, se comenzó a cortar con el neoliberalismo que desarrollaron la dictadura primero y los gobiernos democráticos posteriores, después. Comenzó a instalarse la idea de dar más cabida a los débiles con lo que hubo que enfrentarse con los más fuertes. Es claro entonces que el conflicto social era y es necesario si lo que se quiere es transformar. En esas condiciones y aún en las actuales, los que hablan de consensos ¿a qué se refieren? Es imposible políticamente no seguir confrontando a favor de la igualdad y la soberanía que no es plena, claramente. La lucha social desde el gobierno va a tener que seguir muy activa.

Prevalecen en los grupos poderosos los intereses individuales sobre el interés social. El deseo incontrolable de ganancias, más allá de la adversa implicancia social que derive, hace que la confrontación, para seguir avanzando, va a continuar.

El Estado de hoy en Argentina, no interviene para promover los capitales concentrados y el endeudamiento, como se vino haciendo en años anteriores. El resultado de ese accionar trajo la gran divergencia de ingresos y distribución de la riqueza que se vivió hasta 2003. El comportamiento mundial de los sectores poderosos ha marcado las políticas de no desarrollo adoptadas en nuestro país, condenándonos a la dependencia tecnológica e industrial y al endeudamiento incontrolado. El ataque no cesa, vino entonces la ofensiva contra la exitosa restructuración de la deuda realizada. Es embestida por buitres de afuera y de adentro que son representantes de muchos de los opositores que se proponen como opción gubernamental a partir de 2015. Como vuelve a apreciarse, falta mucho sinceramiento antes que pueda hablarse de no confrontación.

No obstante los críticos conceptos vertidos sobre lo que el gobierno hizo mal o dejó de hacer, las postulaciones políticas están cada vez más transparentes y fuertes, y la iniciativa se mantiene siempre del lado del oficialismo, a pesar de la dura ofensiva opositora gestionada desde los medios corporativos. Se cuenta con la movilización militante y el acompañamiento del pueblo para seguir resistiendo y avanzando. Se especuló con la crisis desbordante que aparecería con la “gente cacerolera” en el mes de diciembre y a pesar de los vaticinios levantados y fomentados, no sucedió. Por el contrario el gobierno avanzó en un tema delicado que es trabajar en la inspección de las acciones ilegales realizadas por rentistas, en carga impositiva, comercio exterior, cuentas en el exterior, moneda extranjera, rompiendo con la impunidad  de la que han gozado delincuentes de guante blanco, por años. Tocando cada vez más profundamente a estos poderes establecidos, seguramente, la confrontación no va a cesar, y es bueno que así sea.

Les hubiera gustado más, a los amantes del fracaso, una devaluación, o saqueos, o fuerzas de seguridad reveladas o lo que sea que muestre que el gobierno se cae. La confrontativa Cristina, sin embargo, brinda con los ciudadanos, levanta su copa, no tiene que hablar de ninguna crisis y solamente adelanta que habrá más derechos igualitarios en el año que comienza.

Acciones destituyentes

Pero con algo tienen que parar a este gobierno que se atreve a seguir con propia iniciativa aunque le falten meses para terminar su mandato. Desean frenarlo y sin escrúpulos pueden valerse del método que sea necesario.

Tras el atentado terrorista cometido contra las oficinas de Charlie Hebdo en París, Francia, que provocó 12 muertos, encontraron aquí, en Argentina, una luz para comenzar a pergeñar un ataque contra la democracia y paz argentina. Señalaron que el gobierno no se expidió suficientemente, en contra del terrorismo, en sus alocuciones. Sumado al movimiento dentro del la Secretaría de Inteligencia (SI), dispuesto por el Ejecutivo hace unos meses, el camino quedó configurado. Y allí fueron con un golpe violento, conjeturándolo, final:

  • El atentado criminal debe ser condenado vigorosamente, analizado e interpretado. No es simplemente el acto de religiosos, locos, fanáticos. Tiene su origen en la continua necesidad de la CIA, de combatir a los soviéticos desde que invadieron Afganistán, resaltando los principios religiosos del Islam en contraposición con la barbarie del ateísmo soviético. No tuvieron reparos, cuando les hacía falta para destruir a los países de Oriente, proteger al fanatismo religioso. Nada dijeron de la masacre de, no hace tanto, en Gaza.
Muchos que se horrorizan, no son inocentes. Lo que ocurrió en París es una tragedia inconmensurable que no debería estar rodeada de falsedades e hipocresía. Sin embargo, aquí en Argentina, los opositores de siempre, usaron  este drama como un atajo para encontrar un motivo forzado, para conseguir la crisis institucional que, por sus cauces naturales, no se dio.

  • La acción del Gobierno de destituir parte de la conducción de la SI y la renuncia de sus responsables, deberían ser interpretados como una clara señal de que la decisión de ir por el control de los servicios y a separar a quienes muestren acciones fraudulentas o de corrupción, estaba tomada

Una denuncia inesperada
Y, como paso destituyente, vino una denuncia realmente inesperada. El fiscal Nisman, encargado de la Causa Amia, presenta una denuncia contra la presidente de la Nación, Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman, Luis D`Elía y Fernando Esteche, dirigentes sociales, y Andrés Larroque, secretario general de La Cámpora y diputado nacional, por encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA.
Para presentar esta denuncia, el fiscal Nisman volvió anticipadamente de sus vacaciones. La jueza Servini de Cubría rechazó la posibilidad de interrumpir la feria Judicial para que se presente la denuncia del Fiscal, por no tener “elementos probatorios”.
La oposición política al gobierno, lo invitó al Congreso para que presente la denuncia. La cosa se le complicó a Nisman. Los diputados kirchneristas también dijeron querer preguntar e iban a presentarse en el Congreso. Allí los que interrogarían ya no serían sólo los que recibían con alegría semejante acusación. No serían únicamente los diputados ni los periodistas de los medios que no les importa nada más que atacar al gobierno y que no termine su mandato constructivamente como lo viene llevando, estarían los que repreguntan, no amilanados con el golpe nocivo de tremenda acusación.
El gobierno se mostró dispuesto a levantar el secreto acerca de los agentes de la SI que Nisman denunciara.
Pero esa reunión en el Congreso, nunca llegó… Llegó una muerte…
Llegó una muerte… El Fiscal de la denuncia, Alberto Nisman fue encontrado muerto en su departamento de Puerto Madero. Nadie pudo preguntar nada.
Las preguntas que debía contestar eran acerca de por qué, si como dice la denuncia, se pactó impunidad para los sospechosos iraníes creando una pista falsa, se acordó el levantamiento de las señales rojas y se acordó un intercambio económico de petróleo iraní por granos argentinos, ninguna de esas cosas ocurrió.
La opinión generalizada de los especialistas, una vez conocida la denuncia, es que está basada en suposiciones, en notas periodísticas, en escuchas secretas que no determinan nada, en inconsistencias, lo cual demuestra la mala intención del apresuramiento en presentarla.
Pero una muerte llegó, y esto es inadmisible. El esclarecimiento de la dudosa muerte del Fiscal está unido a la temeraria denuncia que presentó unos días antes. El título esperado por los Medios destituyentes, ya lo habían conseguido: Está muerto el fiscal que acusó a la Presidenta argentina por encubrir a Irán y al terrorismo. Que los portales del mundo entero divulgaran esta terrible noticia que deja a Argentina en la más funesta sospecha, no les importa. El país no importa, todo vale para detener al gobierno nacional y popular. Retornar a los privilegios para pocos es los que los mueve. Y critican la confrontación...
La idea de considerar encubridores, como se dice en la denuncia, viene desde que se firmó el Tratado Internacional de Entendimiento con el gobierno de Irán en 2013, por el cual podrían ser indagados, por fin, los señalados como posibles autores del atentado. Se hizo de todo para qué se siga sin aclarar este punto. Y aunque fue aprobado por ley del Congreso, la justicia lo declaró inconstitucional, después de reiterados pedidos. Nuevo punto de estancamiento en la causa AMIA..
Otras muertes
Así como en 2010, cuando llegó la muerte de Mariano Ferreyra, no era en cualquier momento, fue cuando las condiciones se veían favorables al proyecto iniciado en 2003 por Néstor Kirchner: Acto multitudinario en River, progresos en la consolidación de la aplicación de la Ley de Medios en contra de la Ley monopólica de la dictadura, consolidación de la UNASUR encabezada por Kirchner, crecimiento en la intención de voto, actuaron, ahora también actuaron. El primero en ser señalado como culpable siempre es el gobierno, esa es la intención. No pueden aceptar el derrotero de estos gobiernos que siguen avanzando dando lugar a los que no forman parte de los elegidos. Se cobran vidas en un país cuando la vida no está en juego, como lo estaban en períodos anteriores. Duele, lastima. Néstor Kirchner fue claramente lastimado en ese momento. Intentan lo mismo con Cristina.
La actuación de los servicios de Inteligencia quedó en observación desde la muerte del fiscal Nisman. Las vinculaciones entre las fuerzas de seguridad, espías, la Justicia y la política, los muestra actuando, muchas veces por fuera de la legalidad y de los controles institucionales. El servilismo con la CIA y la dependencia con intereses  de los Estados Unidos, quedó en evidencia.
Salir para adelante
Como tantas veces sucedió en estos últimos doce años, el gobierno atacado sale para adelante. Cristina escribió dos notas sustanciosas y por Cadena Nacional anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia, y el envío al Congreso de un proyecto de ley de creación de una nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Para su tratamiento se abrirán sesiones extraordinarias. La presidente expresó que la decisión tomada es una “deuda de la democracia” y reclamó, como muchas veces antes, la reforma del Poder Judicial e indicó que “no se puede tener sitiada a la democracia con el miedo y la extorsión”.
La mejor forma de enfrentar esta embestida que, como tantas veces, amenaza al gobierno kirchnerista y a nuestra democracia es, precisamente, avanzar en la reforma y sancionar leyes sobre inteligencia y derecho a la información. Lo que se busca es desgastar al gobierno y abortar toda posibilidad de continuación de este proyecto político, pero se sigue avanzando.
La justicia actuó, en su momento, firmemente y eficientemente y el caso de la muerte de Ferreyra fue esclarecido, hubo proceso y juicios y los culpables están presos. Ahora también necesitamos la actuación sólida y eficaz de la Justicia. Necesitamos, el país necesita saber el por qué de esa denuncia tan endeble, el por qué de su apurada presentación y el por qué de la muerte de Nisman. Resolviendo estas incógnitas, se puede llegar a los verdaderos encubridores y por ende a los autores del atentado.
La responsabilidad de todos
Los partidos y grupos políticos democráticos deberían estar junto al gobierno para exigir el esclarecimiento de este hecho en el que están involucrados miembros de los servicios de seguridad y de la justicia. Y seguramente algún operador político inescrupuloso. Lo antes posible. Deberían trabajar más por conocer la verdad que por figurar en una tapa de diario o programa de televisión, aunque sabemos  que no tienen prurito en mentir, ni en usar sangre si les resulta necesario.
Como se ve, todas son maniobras que se proponen ocultar los hechos reales. Los verdaderos encubridores de ese terrible acto de terrorismo no son investigados. No nos explicamos esa denuncia pero está muy claro su móvil.
La confrontación en este estado de cosas va a seguir. Dos modelos de país están en pugna. Nos ponemos del lado de los que trabajan por el esclarecimiento de los crímenes provocados intencionalmente, de los que trabajan por la inclusión de todos y por la soberanía de este país. Del lado de los que se atreven a enfrentar a los grande poderes y a los monopolios. De los que se proponen tener un Servicio de Inteligencia independiente de la CIA. Del lado de los que defienden las indudables luchas por Verdad y Justicia.

Por ahora, la confrontación va a continuar… Es necesaria.