lunes, 23 de junio de 2014

Digno Propósito


                             Todo es parte de la cultura. Ir deshaciendo esa parte de mentalidad “cipaya” que tienen muchos argentinos, es un digno propósito

                                                                                                                           Mirta Ventura
                                                                                              Junio 2014


                       
Pensamiento Nacional

Hace pocos días se anunció la creación de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional dependiente del, recientemente inaugurado, Ministerio de Cultura. Mucho se habló del nombre muy rimbombante con argumentos atendibles, algunas veces, y con mucha cháchara, otras.

Más allá de esto, el significante que obtiene la idea “cultural” para el país, de abocarse a la profundización, comprensión e interiorización del concepto “Pensamiento Nacional”, toma especial importancia, en este preciso momento en que lo “Nacional”, está en ataque y discusión.

En distintos tiempos de la historia y para diferentes países con desiguales posiciones respecto del lugar en el mundo que ocupan, lo “Nacional” tiene una simbolización muy diferente.

El Pensamiento Nacional ha sido cooptado en épocas por un concepto derechista vinculado a la omnisciencia, dejando de lado las culturas autóctonas y particulares. El ensamble entre lo propio y exclusivo de un lugar, con lo que avanzan las sociedades en el mundo de distintas maneras, contribuye a formar lo que llamamos Pensamiento Nacional. Será muy distinto este concepto según se aplique a un país imperialista o a uno subalterno. Las corrientes históricas son distintas, según el ojo del “nacionalista”. Está el que ve como “ser nacional”, al hombre poderoso, y al que ansía ser, aunque sea, parecido al poderoso, y el que considera como “ser nacional”, a aquél que defiende su tierra, su cultura y lucha por emanciparse del yugo de los países dominantes.

Lo que en un principio pareció un nombramiento más, una secretaría más, deja expuesta, al conocerse la decisión de la Corte de los Estados Unidos que favoreció el reclamo de los fondos buitre, la importancia de concientizar y trabajar sobre este pensamiento. Distinta es la reacción y posición, según que el Pensamiento Nacional conciba nuestra Patria autónoma o negociable.

La economía y la cultura están siempre presentes y en momentos definitorios son influyentes. Una política nacional emancipadora no puede carecer de una economía emancipada, y una economía independizada solamente se da con una cultura liberada.

En Argentina, el discutir, analizar, profundizar en los carriles que siguió y sigue la Historia, lleva a replantearse el representativo “Pensamiento Nacional”. Para los que la civilización estaba y está en Estados Unidos y en Europa, incluir en el Pensamiento Nacional a los países latinoamericanos (la barbarie), los revela. Los obreros de nuestra tierra fueron llamados  “cabecitas negras” y a los provincianos que vinieron en busca de trabajo a Buenos Aires los han descripto como “aluvión zoológico”. Nuestras clases media y alta, en gran mayoría, argumentan a favor del dominio de clase, y no concuerdan con la mejor redistribución de riqueza. Se sienten con derecho natural a permanecer distintos, con beneficios que no los consideran como tales, sino como racional orden natural.

Lo Nacional


Toda nuestra historia está llena de episodios y figuras que sirvieron a la extranjerización de nuestra cultura y pensamiento. Hoy mismo están los que se ponen a favor de los Fondos Buitre, en contra de nuestro país, porque consideran que un gobierno que ha demostrado decisión a enfrentarse a los grandes poderes, no los representa. Ser bien educados, en este caso, es obedecer a los civilizados. Tienen un curioso “Pensamiento Nacional” que perjura de lo “Nacional”.

Hay otra manera oculta de negar lo Nacional, por el otro extremo. Por izquierda Pino Solanas y Pablo Micheli critican y culpan al gobierno, por no declarar ilegítima a parte de la deuda y en consecuencia, esa porción, no pagarla. Lo que dicen no se corresponde con una situación real de Argentina. Las cosas han sido efectuadas de tal manera, que con la actitud tomada se ha logrado crecer, retomar empresas privatizadas, desarrollar, redistribuir, y se ha podido pagar con recursos genuinos, organizadamente, lo convenido con quienes entraron en la reprogramación de la deuda, independizándose del FMI. ¿Si en el 2005, cuando se ejecutó este plan, se hubiera considerado la posibilidad de no pagar, como ligeramente cuestionan ahora, hubiera sido posible que la sociedad argentina acompañe? Recordar en 2008, con el Decreto 125 sobre retenciones móviles, cuál fue la reacción de los grupos poderosos que intentaron llevar al país a una situación destituyente. En ese contexto, estos cuestionadores por izquierda, se sumaron a los reclamos de las patronales agropecuarias. Lo Nacional es defender los progresos sociales y emancipatorios que se han producido y trabajar para profundizarlos, aunque no cumplan los procesos realizados, con purismo formal declamatorio.

Lo Nacional no admite ya, preeminencia de una identidad cultural por encima de otra, Ni solamente los “civilizados” del primer mundo ni primacía únicamente a pueblos originarios, desconociendo en ambas posibilidades el complejo entramado de la sociedad argentina que debe incluir a todos. Corrientes migratorias que han fundado parte de la sociedad, con originarios, con valorización de cada estrato para que los poderosos no continúen haciendo sentir al resto como inferiores para poder seguir dominándolos. Esas relaciones intra culturales igualmente ponderadas, constituyendo una identidad propia, es el “Pensamiento Nacional”, que implica, naturalmente, una interpretación dialéctica de la historia que nos precede, y del momento de inflexión que estamos transitando. Esto es lo que no nos perdonan ni los buitre de afuera ni los de adentro. Nos hacen saber que cualquier otro país que se muestre capaz de defender su soberanía y transitar con dignidad el camino a su auto gestión, será castigado como lo hacen con nosotros. Nuestros propios caranchos, que ya nos vendieron una y varias veces, siguen con desparpajo hablando de los errores que se han cometido en esta última década y lo dicen en nombre de la Nación Argentina, argumentando que no quieren que nuestra Argentina quede fuera del concierto mundial de naciones.

América Latina


Varios países de la América Latina pueden juntarse para encontrar soluciones económicas para responder a estos ataques de los capitales especulativos. Lo que pase con Argentina en este mes, será observado especialmente y sería muy bueno poder mostrar una posición conjunta de estos países, que con diferentes formas están peleando por su autonomía. Está, a esta altura, muy claro el papel del capitalismo financiero que tiene mucha más incidencia que el productivo en la inequidad, y que trae grandes problemas a los países de América que eligieron regímenes democráticos autónomos para mejorar su producción a favor de la redistribución.

Considerar que Argentina pudo desarrollarse sin el modelo financiero impuesto y logró crecer pagando también sus compromisos con fondos genuinos. Además, al recuperar YPF, está trabajando para la independencia energética, necesaria por el crecimiento industrial y por la necesidad de divisas. La obtención de sus propios recursos naturales, son otro límite que no quieren dejar pasar.

Se impone un llamado a todos nuestros compatriotas. Tenemos la fortuna de estar viviendo momentos que hacen historia. Repensar nuestra historia e incluir esta etapa diferente, se hace indispensable. Trabajar en un nuevo sentido del “Pensamiento Nacional”, es tarea de hoy. Todo es parte de la cultura. Ir deshaciendo esa parte de mentalidad “cipaya” que tienen muchos argentinos, es un digno propósito.


sábado, 7 de junio de 2014

Proyecto Político



         Es fundamental, como se hace cada día, prolongar este proyecto político.

                                                                                               Mirta Ventura
                                                                                                 Junio 2014


Incertidumbre

En algún momento, después de las elecciones de 2011 en que el oficialismo ganó las elecciones presidenciales y se concretaba la prosecución del proyecto comenzado a partir de mayo de 2003 por Néstor Kirchner, dudábamos por la continuidad del rumbo sin estancamiento o, peor, en retroceso. No porque hubiera signos para imaginarlo, sino por la cultura impregnada en nuestras mentes por la historia que coexistimos los que vivimos los 60 y 70. Detrás de cada ilusión, que algunos vislumbraron como delirio, un fracaso o derrota.

Nada de eso sucedió. El Proyecto Nacional siguió creciendo durante todos estos años y los progresos en la igualdad, los derechos sociales, la inclusión, la distribución de la riqueza, soberanía e Integración Latinoamericana, no han cesado y se proyecta seguir avanzando.

El presente, nuevas exigencias

Las presentes metas a alcanzar para extender el progreso previsto, además del fortalecimiento de las pautas mencionadas, son la industrialización y la consecuente, necesaria, soberanía energética. En este sentido, la “sintonía fina” induce a actuar de acuerdo con el crecimiento del mercado interno, por el que se ha trabajado, pero también a la necesidad de disminuir el gasto de divisas en importaciones. El desarrollo industrial incrementa los puestos de trabajo y el consumo de bienes que no son fabricados en el país. La importación de esos bienes provoca, a su vez, el déficit comercial. Poner énfasis en la fabricación nacional no es solamente un deseo soberano, es también uno de los pasos necesarios para disminuir el déficit comercial y para el crecimiento de la economía y las reservas. El autoabastecimiento de energía para sostener este desarrollo autónomo es paso necesario para sostener y seguir creciendo a pesar de la crisis económica internacional. El acuerdo con el Club de París aporta en el sentido de no perder reservas.

Si el gobierno deja de estar hostigado por la economía, aunque lo intenten los monopolios, puede continuar con las medidas distribucionistas que están en su ADN. El ajuste aplicado a los sectores más relegados no es una posibilidad tenida en cuenta.

Cuando se habla de las elecciones presidenciales de 2015, aparece más importante el espacio ocupado en la televisión, o la chicana, que las verdaderas cuestiones que se desean mantener o cambiar, según se vote por uno u otro partido o espacio político.

De dónde venimos, dónde estamos

En 2003, cuando comenzó la etapa histórica que transitamos, veníamos de la imperante ideología liberal del capitalismo bestial. Había conceptos que figuraron en nuestra historia como deseos a cumplir, que quedaron sepultadas. En todos esos años la conformación de la Gran Patria Latinoamericana no figuraba en los anhelos de los gobiernos liberales y sin embargo, los gobiernos nacionales y populares que se fueron instalando en América del Sur recuperaron desde sus comienzos el interés por fortalecer esa unión necesaria y deseada. Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil trabajan para lograrlo. Han internalizado el beneficio obtenido para hacer frente a los países poderosos que siempre se han considerado dueños. La Unasur, el MercoSur, la CELAP (Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe), el cese del ALCA etc. son muestras de la importancia del concepto que el liberalismo había deshecho.

El fracaso o derrota de los años 70 y la fuerte embestida liberal que cambió en la mente de la mayoría la significación de bien social por bien individual, y que impuso el concepto de éxito asociado al bienestar económico, hizo que militantes políticos y sociales e intelectuales dejaran la escena política en manos de la teoría de Mercado. Esta década nos devolvió el creer en que se puede transformar, redistribuir, incluir a grandes mayorías y más aún, no sólo creer sino ver que se está haciendo y se sigue avanzando democráticamente con participación de muchos, provenientes de todos los ámbitos. En los 90 ni se soñaba con estos cambios.

Vivimos años de pérdida de soberanía, de privatizaciones. Lo nuestro no era valorado, el deseo inculcado era parecerse al Primer Mundo y esto cambió esencialmente. Se recuperaron empresas estratégicas a manos del Estado Nacional, Correo Argentino, Aerolíneas Argentinas, YPF que recupera la energía petrolífera para todos los argentinos, se estimula la industrialización, se vive el deseo de priorizar lo nacional y muchas otras cosas que nos van constituyendo como Patria, con valores propios. Todo esto sucede en este país, en esta época.

No se reprime la protesta social, se cumple taxativamente con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, se trabaja para la democratización de la palabra con la ley de Medios Audiovisuales propuesta por el Ejecutivo y votada por el Poder legislativo.

Cómo se sigue

Como se dice actualmente con frecuencia, hay aún más para transformar y más objetivos a alcanzar y seguir desarrollando, pero es difícil desde el Campo Nacional pensar que hay que cambiar de rumbo. Lo nacional se opone al liberalismo global. Los opositores unas veces intentan volver al país para pocos del liberalismo y otras niegan gran parte de todo lo realizado. Los hechos los desmienten pero el gran poder mediático, ya no con opiniones, sino con mentiras, disfraza, relativizando resultados, lo logrado y los encubre.

Cómo se sigue y con quiénes es fundamental y se irá viendo en el tiempo que hay desde ahora hasta octubre de 2015. Hay muchos espacios políticos que pueden aportar para confirmar este rumbo. La unidad de estos grupos y la incorporación de todos los que creen en fortalecer el camino Nacional y Popular, contrariamente a los que quieren frenarlo, es esencial.

Las Corporaciones y la oposición de derecha van a tratar de frustrar todo lo que se progresa en el camino hacia la igualdad. Algunas izquierdas, que no han comprendido el cambio fundamental social que se ha producido y que más de una vez se los encuentra del lado de las corporaciones, no se expiden. Cuando el gobierno se enfrenta a éstas, teniendo que soportar mentiras esgrimidas que ocultan su negra historia, no se suman a desenmascararlos. Creen que el esfuerzo es solamente responsabilidad del gobierno. Unos y otros, derecha y cierta izquierda, hasta llegan a alegrarse si a Argentina, en el campo internacional, le va mal.

Por lo visto, lo vivido, por nuestra historia, la historia de los que vivimos los 60, los 70, los que conocemos la historia de 1930, 1955, 1976, 1983, 2001, 2003… Es fundamental, como se hace cada día, prolongar este proyecto político.