miércoles, 28 de agosto de 2013

Responsabilidades

                                                 La vida continúa

                                                                                           Mirta Ventura

                                                                                            Agosto 2013


Corrupción


Usado como caballito de batalla, la corrupción es invocada por el arco opositor, solamente en casos en los que estarían supuestamente involucradas personas afines al gobierno. No hacen denuncias de corrupción que salpiquen a los medios hegemónicos, ni al Poder Judicial, ni a los grandes grupos concentrados agropecuarios, ni a las empresas multinacionales o financistas. Tampoco encuentran motivos de denuncia de corrupción en políticos que son opositores. La corrupción está en el kirchnerismo únicamente. Se autotitulan valientes por atreverse a realizar dichas denuncias. Esta argucia es difundida insistentemente por opositores de derecha y aún de centro izquierda y por los grandes medios concentrados. Las demostraciones de falsedad de muchas de estas denuncias no son difundidas del mismo modo y muchas personas quedan con ese cantito en sus oídos. Es burdo pero así funciona.

La política así es desalojada, por esta clase de políticos, por planteos éticos y morales. Como si pregonando la buena moral, la corrupción pudiera ser excluida. No se avienen a discutir el proyecto de país, las medidas estratégicas a llevar, hablan de ética y modales. Sabemos que esas formas ocultan los anhelos encubiertos.

Progresismo


Cierta parte del progresismo no kirchnerista, centro izquierda e izquierda, no escapan a esta maniobra antipolítica. En este caso el ataque es por izquierda. Nunca un consentimiento a las muchas medidas igualadoras y emancipadoras que este gobierno ha llevado a cabo.  Nunca una propuesta que ayude a profundizar. Solamente obstaculizar.

El rescate del Estado, la ampliación de derechos, la inserción de Argentina en la región, el enfrentamiento a los monopolios, la recuperación de las empresas estatales regaladas por el neoliberalismo, la mejora en el empleo y en la distribución de la riqueza, no son reconocidas por este sector de la oposición. No discuten política, porque no presentan sugerencias para avanzar. Se detienen en las acusaciones de forma y corrupción y cuando critican alguna medida no proponen con cual la remplazarían. Cuando una medida es irreprochable, acuden a la argucia de descalificarla porque a su amparo se cocinaría algún negocio corrupto.

En el progresismo de la región, Cristina es muy bien reconocida. Sin embargo, aquí, en nuestro país, los progre alaban a Lula,  Evo, Chávez, Mujica, sin decir que en nuestro país, se ha avanzado más que en todos ellos en el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad y que el enfrentamiento con los verdaderos poderes está en marcha más que en cualquiera de esos países.

Otra curiosidad de nuestro progresismo, es de qué lado se han puesto en cada situación conflictiva. Estuvieron con los empresarios agropecuarios cuando se discutía la resolución 125, se mezclan sin pudor con quienes tuvieron papeles importantes en el neoliberalismo, se juntan Solanas y Carrió apelando a sus decencias. Son útiles a los deseos del monopolio mediático prestándose a la difusión de las mentiras instaladas y le dan crédito a la infamia con sus presencias en cada programa conducido por periodistas indignos voceros del monopolio.

Distinto es el actuar de otros progresistas que aunque vienen de otro contexto que el kirchnerismo, supieron apreciar lo conseguido, y con gran honestidad contribuyen con sus distintas sapiencias a profundizar la lucha contra el neoliberalismo. Sabatella es uno de los más destacados y lo son también Heller y muchos compañeros de Nuevo Encuentro. También aportan desde otros partidos, agrupaciones y asociaciones gremiales de distintos orígenes, comprometidos con lo nacional.

Defender los ideales y ponerle el cuerpo a este proceso profundo con las complejidades que debe tener, aportar con conocimiento y entrega sin buscar el purismo de quien nunca va a ejecutar, sino sólo confrontar, es lo que hace un progresista de Latinoamérica hoy.


Ataque

Frente a los resultados de las elecciones primarias se quiere hacer creer que el gobierno se termina. El ataque que se hace contra la presidente es alevoso. Desde enfermedad hasta no representatividad es lo que alegan. Han decidido que no hay gobernabilidad para llegar al 2015. Se proponen sacar al FPV la presidencia de las comisiones en el parlamento, aunque siga manteniéndose como primera minoría. Los que hablan de respeto a las instituciones, en este caso, no dudan de avasallarlas. Hablan de fin de ciclo, ante una primaria de mitad de término. No pueden disimular el deseo de volver a la política de privilegios y desandar todo lo hecho.

La vida continúa

El gobierno sigue funcionando. A diferencia de lo que hace Massa que adapta su discurso según quién quiera oírlo, el gobierno tiene un proyecto que sigue afianzando. Hubo una reunión en Río Gallegos, en la que la presidenta convocó a empresarios, sindicalistas y banqueros. Era el momento de expresar todo el descontento y oposición a lo que el gobierno ejecuta, que los medios diariamente reflejan. Por el contrario, reconocieron la marcha positiva de la economía y expusieron abiertamente sus pareceres, las alternativas que proponen y aceptaron gustosos seguir con estos encuentros.

Después del fallo en contra de la Argentina por parte de la Cámara de Apelaciones de Nueva York, en el pleito contra los fondos buitre, el gobierno rápidamente informó la reapertura de una nueva reestructuración de la deuda. Argentina le viene pagando y seguirá haciéndolo, de acuerdo con los dos canjes consensuados, al 93% de los acreedores. La presidente anunció que se mandará un nuevo proyecto al Congreso argentino, que es el único que puede legalmente decidir sobre la deuda externa argentina, que propone abrir nuevamente el canje de la deuda del 7% que no entró en los dos canjes anteriores y que para evitar posibles embargos como sucedió anteriormente, se reemplazarán los bonos para que sean pagados en la Caja de Valores de la Argentina. Este fallo a favor de los fondos buitre, si fuera confirmado afectaría duramente a la Argentina y a todo el mundo financiero poniendo en desconfianza toda reestructuración de deuda internacionalmente. El proyecto a enviarse al Congreso es una clara señal de respeto para todos los habitantes del país y al 93% de los tenedores de bonos que aceptaron la reestructuración. Este fallo no tiene en cuenta la inmunidad soberana que tiene la reestructuración de la deuda.

Muchos de los opositores acompañarán este proyecto porque entienden que sería muy grave para Argentina si la Corte de Nueva York confirmara este fallo. Otros, desde Clarín, se regodean si a Argentina le va muy mal.

Responsabilidades

Los electores tienen que asumir su responsabilidad. No se puede vivir con gusto beneficios obtenidos y luego votar por alguien, que con supuesto buen gesto, propone terminar con el avance realizado. La imagen de buenos muchachos que prometen oír a todos, aún a los poderes que no quieren ceder ningún privilegio, no es lo que sirve al país. Estamos en un momento particular en que en Latinoamérica se está peleando por la verdadera soberanía y los pasos atrás son fatales. El enemigo es astuto y siempre encuentra en estos parajes quiénes los represente.

Según lo que la mayoría elija, se juega si la desocupación va a seguir disminuyendo, si la política de mercado libre es la que se impone y el ajuste sobre los salarios de los trabajadores y en el gasto público vuelve, si los salarios siguen siendo discutidos en paritarias, si se vuelve a la impunidad de los crímenes de la dictadura militar, si seguimos en Unasur o volvemos a las relaciones carnales, si luchamos por la aplicación de la Ley de Medios Audiovisuales o seguimos cómplices de los medios hegemónicos, corporaciones que favorecen la voz única. Todo esto se juega con el voto. No es admisible que alguien elija por modales o gustos personales y se obvie al elegir un legislador que su asistencia a las sesiones sea mínima, o haya votado en contra de las leyes más progresistas. Es cuestión de proyectos, de políticas, de políticos, partidos y capacidad de gobernar. Los hechos son contundentes y es penoso perderlos irresponsablemente.



martes, 20 de agosto de 2013

Democracia hoy


                         Hay más beneficiarios que votos


                                                                                                 Mirta Ventura
                                                                                                  Agosto 2013


Fondo y forma

Las elecciones son, como todos sabemos, la herramienta fundamental de la democracia. Las  del 11 de agosto próximo pasado en Argentina, fueron elecciones primarias. Es decir que la ciudadanía tiene la posibilidad de elegir los candidatos a presentarse como representantes de una alianza o partido, si es que hay dentro de una misma agrupación más de una lista. O sea que una elección primaria es una acción aún más profunda del ejercicio democrático. Este sistema de elecciones primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias fue introducido en nuestro país, por el gobierno actualmente en ejercicio.

En defensa de este sistema de gobierno, todos coinciden en que con el voto, el ciudadano juzga a cada postulante que ya está en ejercicio, o pone  sus esperanzas, cuando vota por alguien nuevo, en que cumpla sus promesas preelectorales. La participación popular, de este modo, está garantizada.

Para que el funcionamiento democrático sea efectivo, las propuestas que cada candidato hace, tendrían que estar fundamentadas y debería estar aclarado,  suficientemente, con qué medios  va a contar para llevarlas a cabo. El ciudadano es, en consecuencia, quién debe con su voto, aprobar o rechazar al candidato. Luego que cada representante es elegido democráticamente por mayoría,  debería cumplir con lo prometido.

Los integrantes del Poder Legislativo, que representan a los ciudadanos según la cantidad de votos que han recibido en las elecciones democráticas legislativas, también deben responder, a través de la proposición, aceptación o rechazo de leyes, a  las ideas por las que fueron votados.

Esto que es una descripción básica de cómo debería ser, no es lo que pasa y lejos se está de ello.

30 años de democracia

El ejercicio de la democracia goza del beneplácito de las grandes mayorías en la sociedad Argentina y en muchos de los países latinoamericanos o, por lo menos, es lo que así se expresa. Después de la cruenta violencia de los años 70, haber conseguido llegar a transitar años de gobiernos que se suceden unos con otros a través del voto popular es un verdadero logro.

No todas las experiencias democráticas han sido fructíferas, porque ha sido muy difícil instalar ideas progresistas democráticamente. El neoliberalismo gobernó representando a los intereses de las corporaciones, en contra de los derechos populares. Muchas veces, como hoy sucede, los que prefieren favorecer a los poderes hegemónicos no lo hacen explícitamente en sus discursos.

 Argentina vive 30 años de gobiernos democráticos sin interrupción. No obstante hubo intentos golpistas, gobiernos que se fueron antes de terminar su mandato por presiones corporativas y gobiernos que impusieron un neoliberalismo brutal, comprometiendo severamente la soberanía nacional. Vaciaron al Estado con privatizaciones y extranjerizaciones. Desde hace 10 años, el rumbo democrático se afianza. Se está en franca recuperación a manos del Estado de los bienes enajenados y son motivo de lucha diaria del Gobierno y los ciudadanos la igualdad y distribución de la riqueza.

Candidatos y electores

La mayor parte de los candidatos opositores no se expresan con franqueza ni en sus posiciones, ni en sus proyectos, ni en sus actuaciones en el Congreso. Lo que dicen representar no es lo que realmente es. Esta situación sumada a la gran manipulación que hacen los medios de comunicación hacen que los electores no muy ideólogizados voten sin coherencia, sin tener  en cuenta la verdadera significación que tiene votar al candidato elegido. Hasta tal punto es así que llegan a hacerlo, muchas veces, en oposición a sus conveniencias e intereses.

En el corto tiempo de campaña que Massa se puso a la cabeza del Frente Renovador, pasó de  decir que había muchas cosas positivas que hizo el kirchnerismo, las cuales consideraba sostener, a expresar, ante un grupo de influyentes empresarios, que cambiaría las alianzas internacionales, que tocaría el tipo de cambio para dar previsibilidad y atraer inversiones, que dejaría atrás los conflictos con el campo, que parte de las jubilaciones podrían volver a los bancos, que intervendría en la política inflacionaria, que volvería a endeudarse, o sea que se cambiaría radicalmente el camino emprendido en 2003. Hay quienes lo votaron por algo y otros por lo contrario.

Gran parte de esta deformación sería atemperada si la Ley de Medios estuviera en plena vigencia permitiendo que se divulguen con mayor paridad los distintos relatos. Esta ley no está en funcionamiento por la combinación destructiva entre los medios hegemónicos, negándose a aceptar una ley aprobada por el Congreso de la Nación, ratificada por el Poder Ejecutivo, y por la actuación de la Justicia, que se encarga de frenarla con distintos mecanismos. Pero esto no se lo dicen esos candidatos a los que han votado.

Lo que se está buscando, y en Massa parece haberse encontrado, es un candidato sonriente que hable con todos los electores desprevenidos pero que, sin explicitarlo, tenga una sujeción fuerte con los poderes económicos reales, con los que el actual gobierno se va enfrentando en sus distintas facetas.

Desde el otro arco opositor, el que corre por izquierda, van a decir que es lo mismo si se retorna al neoliberalismo, ya que si el gobierno de Cristina firma convenios con Chevron, no hay diferencias, ocultando que lo que los  poderosos quieren conseguir utilizando a sus elegidos, son cuantiosas ganancias sin controles ni condiciones que cumplir, sin importarles el daño ambiental, ni el desarrollo autónomo, ni la reinversión, ni la sustitución de importaciones. No aclararán que no es lo mismo una inversión directa asumiendo riesgos, que endeudarse. Tampoco aclaran cómo sustentarían cualquier proyecto de autoabastecimiento de combustible. Solamente dirán, hacen convenios con  multinacionales. Y los diarios y la tele dirán lo mismo.
Los verdaderos motivos de tanta crítica y acusaciones
Se acusa a este gobierno de no ser suficientemente republicano aunque las leyes se discutan, aprueben o rechacen en el Congreso. Pero para esa oposición, vocera de los grandes poderes capitalistas, no se está en una verdadera república porque así, democráticamente, se han dictado leyes en dirección a la ampliación de derechos, a la recuperación de la soberanía y al desarrollo autónomo, que no es lo que desean.

Etcheverre, presidente de la Sociedad Rural, criticó duramente al gobierno diciendo, entre otras cosas “dilapidó en corrupción las divisas que produjo el campo”, y fue apoyado por el secretario general de la Unión de Trabajadores Rurales, Momo Venegas. Lo dicen, aunque los datos reales indican otra cosa. El aumento del gasto público en el período 2003-2013, fue de 210 mil millones de dólares, y las retenciones al campo fueron de 55 mil millones de dólares, escasamente un 26% de la totalidad. Cerca de 135 mil millones de dólares (64%) fueron usados en gasto social. Lo que no sinceró, este increíble dúo, es que no están dispuestos a poner en blanco a los peones rurales que en su mayoría no están formalizados. El desempeño de los legisladores afines, no oculta sus verdaderos propósitos. Carrió, De Narváez, Michetti y Solanas, estuvieron ausentes cuando se votó en el Congreso la Ley del Peón Rural.  Muchos dirigentes políticos de la oposición aportaron a este acto en La Rural, con sus presencias, sus sonrisas, sus trajes y sus consentimientos.
Hay más beneficiarios que votos 
Es este el momento en el que vivimos. La desestabilización no es a través de guerras o golpes de estado. El liberalismo intenta volver y puede usar a cómplices conscientes o a “buenos muchachos” que en nombre de las buenas costumbres, no van a abstenerse de mentir para disfrazar sus oscuras intenciones y habrá ciudadanos persuadidos a ser opositores , aunque muchos queden afuera nuevamente de la vida posible.

Se quiere obligar al gobierno a abandonar su rumbo y a tomar los códigos del liberalismo, si quiere recuperar los votos perdidos, como si fuera novedoso tener que afrontar aprietos. No se admite que contrariamente a lo que quieren empujarlo, lo que llaman errores que debiera reconocer el gobierno, son precisamente las medidas más valientes no esperadas por los que se resisten a perder privilegios. Contabilizando resultados electorales, a la luz de lo que realmente sucede, debemos decir que hay más beneficiarios que votos



domingo, 11 de agosto de 2013

Controversias


                           Contradicciones que pueden no ser tales


                                                                                        Mirta Ventura
                                                                                         Agosto 2013


Entre las controversias que son moneda común entre nuestros distintos espacios políticos se encuentra la referida a la extracción de recursos naturales. No es fácil describir las posiciones a favor y en contra de esta dinámica, ya que la mayoría de las opiniones ahora vertidas, sobre todo de los grupos opositores al gobierno, se contradicen con la postura que han manifestado anteriormente. En este tema también siguen con la lógica de oponerse a todo lo que del oficialismo venga.

Este es un tópico muy vigente ya que involucra temas de soberanía, tecnología y reclamos sociales. Encontrar el punto justo no es simple, aunque desde algunas voces demagógicas intenten simplificarlo exponiendo como única variable la crítica social inducida.

La reducción también esgrimida acerca de que los países más pobres son necesariamente los que basan su economía en recursos naturales está desvirtuada con contraejemplos  como los son Noruega (petróleo) o Nueva Zelanda (frutos). Sin embargo, no puede obviarse que los países prósperos sostenidos en estas economías, han impuesto valor agregado a la extracción de sus recursos naturales. Los gobiernos que tienen éxito en este sentido son los que trabajan en la constitución de acuerdos entre empresas estatales y privadas para elaborar estos productos, que hacen aumentar sus exportaciones.

América Latina


En Latinoamérica se ha comprendido que la lucha por la soberanía pasa, entre otras cosas, por el autoabastecimiento de la energía. Meta nada fácil de cumplir, pero no imposible, si el propósito es comprendido por los pueblos además de por los gobiernos, y si la misma idea es abrazada por muchos de los países de la región.

El concepto binario entre comunidades originarias o desarrollismo no debiera tomarse como una alternativa válida. La inclusión de los pueblos originarios, respetando sus características, no significa dejar de luchar por la igualdad de todos los habitantes y la ampliación de derechos aún, para esos mismos pueblos. No sería resistible intentar  cambiar sus conceptos de vida ni sus religiones, pero no sería loable no ocuparse de su inclusión en los planes de salud y de educación y en su mejora significativa respecto a la distribución de la riqueza del país en el que viven y al que pertenecen.

Nadie podría decir que gobiernos progresistas como los son los de Ecuador, Bolivia y así también Brasil y Argentina, debieran elegir una cosa o la otra. Bolivia es un claro ejemplo. Para ser soberana, para salir del subdesarrollo, ha propiciado distintas variantes industriales para obtener energía, que requieren del extractivismo. Bolivia posee gas, explota minerales, como el litio muy requerido en los últimos tiempos, y desarrolla la megaminería. Todo esto transcurre, no sin conflicto, porque hay intereses que quieren presentar como dicotomía, el autoabastecimiento de energía de América Latina y el respeto a toda comunidad que por derecho primario está asentada en el suelo involucrado.

El conflicto no debería ser tal si todos se sintieran incluidos en esta lucha emancipatoria que América del Sur y del Caribe está librando en estos tiempos. Los gobiernos van aprendiendo pero deben mejorar aún mucho en los acuerdos que hacen con empresas extranjeras, muchas veces transnacionales, para la explotación de los recursos naturales y en la aplicación de todas las leyes de seguridad y protección del medio ambiente. ¿Deberían esperar para hacer uso de sus bienes naturales, que significan vida para sus habitantes, hasta que se desarrollen autónomamente las técnicas y se posean los instrumentos sofisticados que el primer mundo desarrolló en años?

Conocemos que hubo grandes colisiones cuando el gobierno de Evo Morales planteó construir una carretera que uniera San Ignacio con Villa Tunari, considerada necesaria desde el punto de vista geográfico y geopolítico. Los pueblos originarios que por allí habitan no fueron consultados y se opusieron. Encuentran en estas luchas en todo el territorio americano, falsos aliados que nunca consideraron primordial los derechos indígenas y que ahora se visten de ecologistas. Ahondando, a lo que se oponen estos aliados circunstanciales, es a que estos proyectos faciliten y permitan tener la eficacia suficiente como para poder lograr el objetivo mayor de la independencia soberana, que la autonomía energética permitiría alcanzar. Pero no queda resuelto el conflicto popular.

Argentina


En Argentina se da este mismo conflicto, no claramente presentado como ameritaría por la importancia del tema, porque se involucran en el juego muchos intereses.

El gobierno presenta con claridad sus objetivos y su consecuente derivación en acciones para  alcanzarlos. Se subsidia la energía y el transporte con una estrategia de precios acorde, para favorecer la competitividad. Las políticas públicas fomentan activamente la sustitución de importaciones en varias ramas de la industria. En la distribución de roles, Argentina no quiere asumir el papel del exportador de materias primas sin valor agregado.

Para lograr estos objetivos se invierte fuertemente en desarrollo tecnológico y se estimula el estudio de Ciencia y Técnica, se ha creado el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Inversión Productiva,  y se repatrían científicos que han emigrado.

El objetivo político del país en pos de la soberanía nacional es el autoabastecimiento de petróleo y gas. Los hidrocarburos y la tecnología asociada a su obtención, industrialización y distribución es política de interés público. Con esta definición se promueve la posibilidad de mejorar la distribución de la riqueza, interés primario del proyecto. La expropiación de las acciones de YPF en manos de Repsol hicieron acceder al Estado al 51% del capital de la sociedad. Este reposicionamiento permitió que se elaboren reglas a cumplir por las firmas privadas concesionadas y se recupere, por parte del Estado, la importancia que le da a la actividad petrolera y su regulación.

Decreto 929/2013 Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos

Soberanía hidrocarburífera- Decreto 929/2013- Créase el Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos

El decreto es marco del acuerdo que Argentina firmó con la empresa norteamericana Chevrón, para comenzar con la explotación de yacimientos en Vaca Muerta, provincia de Neuquen. Con este decreto se aprobó un nuevo régimen de promoción destinado a las empresas petroleras. El propósito es estimular la inversión petrolera. El decreto establece desde su primer artículo que el objetivo fundamental es lograr el autoabastecimiento energético mediante la producción de hidrocarburos en yacimientos convencionales y no convencionales. Están incluidas las empresas ya concesionadas para la explotación con una exigencia precisa de inversión.

El acuerdo contiene fuertes pautas para la explotación. El 80% de los hidrocarburos obtenidos quedan en manos nacionales y el otro 20% en posesión de la empresa extractora. Hay establecidos plazos que cumplir para la inversión y están pautadas las penalidades por el no cumplimiento. Las acciones de YPF siguen en manos de YPF y no se derivan a ninguna empresa contratada. Para sostener el proceso de reindustrialización que implica la continua adquisición de hidrocarburos por el Estado, el acuerdo permitiría resolver taxativamente el vaciado de divisas. Además, el decreto establece que si hubiera cualquier tipo de diferencia entre las partes, deberán resolverse en tribunales argentinos.

Las empresas que se avengan a este decreto, podrán exportar el 20% de lo producido sin retenciones y podrán disponer de las divisas. Si las necesidades internas de provisión no están aseguradas al momento de alcanzar ese beneficio, se obligarán a vender ese 20%, en el mercado interno.

Se rescata, de este modo, la importancia de la actividad petrolera que había sido dejada de lado desde los 90. Se tiende a cambiar la pendiente negativa producto de la actuación depredadora de REPSOL por varios años. YPF, desde que fue recuperada, consiguió invertir la tendencia negativa y aumentar la producción de gas y petróleo, con un crecimiento interanual en mayo de 1,8 por ciento, en la producción de petróleo y 0,8, en gas natural. El sector privado conserva, a partir de este decreto, un papel de gran importancia en inversión y producción, pero regulado por el estado argentino. También están determinados beneficios muy alentadores para las empresas inversoras, siempre que cumplan con los requisitos de eficiencia en producción, resultados y plazos determinados. El régimen de promoción, claramente, fue negociado por el Estado Argentino, YPF, y la empresa Chevrón con la intención de beneficios para todos y con la esperanza que haya varias empresas inversoras más.

Argentina tiene vastos recursos energéticos que necesitan ser explotados. Esta medida es una clara pauta para el sector industrial involucrado, porque incluye condiciones de mercado especialmente aptas para los grandes capitales de inversión necesarios en este tipo de explotación.

Los opositores a cada paso adelante que se da, no tardan en pronunciarse en contra. Quienes ni siquiera estuvieron a favor de la recuperación de YPF, se oponen con argumentos antiimperialistas. No explican cómo desarrollarían una tecnología propicia a la explotación no convencional del petróleo en muy corto tiempo o cómo obtendrían divisas extraordinarias. Lo que en realidad pretenden y no lo dicen, es llevar al país a una crisis financiera que obligue a la devaluación dado que la balanza comercial, en ese caso, estaría en perjudicial desequilibrio. Han criticado ferozmente esta política porque dicen que Argentina no hace nada para atraer inversores y cuando lo hace, se vuelven nacionalistas al extremo de rechazar inversiones millonarias. Pregonar por soberanía energética es una falsedad, si teniendo recursos sin explotar, no se hace nada para superar la escasez de combustible.

Muchos de los que hoy se muestran horrorizados por este decreto que abre puertas a empresas extranjeras (que poseen el gran capital y la tecnología necesaria para este tipo de explotación), ocultan que la caída de reservas hasta 2011 fue aproximadamente del 70% y que durante 15 años la producción de petróleo siguió una curva descendente de aproximadamente el 6% anual, como consecuencia de la política energética de los 90. Los recursos naturales y los activos locales fueron despilfarrados, mientras las empresas privadas, desreguladas, mantenían grandes tasas de ganancia, que giraban al exterior sin limitaciones.

“Daña la soberanía nacional”, dijeron varios de los que siempre defendieron las privatizaciones y/o se opusieron a todo intento de enfrentar monopolios y a las estatizaciones. No es serio que Federico Sturzenegger, presidente del Banco de la Ciudad y precandidato a diputado nacional por el PRO, se preocupe porque “el estado se ha puesto de rodillas”. Carrió y Solanas, se oponen y van a intentar que el acuerdo sea rechazado en el Congreso. Lozano lo quiere llevar a la justicia para que se declare inconstitucional. Cabe recordar que cuando se discutió en el Congreso la Ley de Tierras que el FPV logró aprobar, Carrió, De Narváez, Michetti y Solanas (entre otros) estuvieron ausentes y Ricardo Alfonsín votó en contra. Cuando se aprobó la recuperación de parte de YPF a manos del Estado, Carrió se abstuvo, De Narváez y Pino votaron en contra, Michetti no estuvo y Alfonsín votó a favor.

Contradicciones que pueden no ser tales


Sostienen varios gobiernos latinoamericanos que sin los proyectos extractivistas no se podrían sostener las políticas sociales. Por otro lado hay muchas protestas ambientalistas provenientes de los habitantes originales de los lugares afectados por estas técnicas. Si la discusión es llevada genuinamente, se podría llegar, quizás, a un acuerdo beneficioso. Todo desarrollo implica contaminación, pero actualmente hay medidas de seguridad elaboradas y corregidas a la luz de la experiencia, para que estos daños se vean significativamente disminuidos. También influye la seriedad e interés que se asuma al emprender estas tareas y sobre todo quiénes las controlan.

Por otra parte no se puede obviar que el acrecentamiento del gasto social está muy relacionado a los ingresos extraordinarios. De allí la divisoria producida en la sociedad argentina, a partir de la Resolución 125 sobre retenciones. Sin retenciones la política de inclusión se hace muy difícil. En este caso, los ingresos extraordinarios provienen de la soja.

Pero no intervienen en este conflicto solamente estos dos actores: Políticas sociales, Estado versus ambientalismo, sino que aparecen los intereses corporativos y antinacionales, defensores del liberalismo, que usan cualquier conflicto para esconder su verdadera intención: Frenar el difícil camino emprendido para ser soberanos y para distribuir en forma más justa la riqueza del país, con lo que lograrían vencer a los gobiernos y  restablecer a la derecha liberal en el poder.

Los ciudadanos pertenecientes a los pueblos originarios, como todos los ciudadanos de estos países, tienen la facultad de obtener toda ampliación de derechos que se obtuvo y de luchar por los que creen que aún no se han conseguido. Dicen que no son democráticos los proyectos económicos basados en los recursos naturales y las técnicas de extracción, porque no se los consulta. En muchos casos, en Bolivia por ejemplo, sí se han hecho plebiscitos y el veredicto fue negativo. Otra parte de la población podría decir que no es democrático abortar un proyecto inclusivo porque un grupo particular, con derechos particulares, se oponen. Podrían argumentar  que han votado democráticamente y se han opuesto. Entonces otros podrían decir que, sin embargo, los gobiernos nacionales y populares que llevan a cabo estas políticas, todos fueron elegidos y reelegidos en sus respectivos países, así como los gobernadores e intendentes de las zonas comprendidas. Es decir, es democrático. Esto que parece un galimatías, describe la complicación del concepto democracia en estos casos. Según la constitución vigente los recursos naturales estratégicos son de cada provincia (sería conveniente que los recursos naturales estén bajo la tutela de la Nación, pero esto implicaría un cambio de la constitución), no de ningún sector en particular y el gobierno de cada provincia es el elegido democráticamente por el pueblo. Se impone llegar a un punto constructivo con la participación de la gran mayoría.

Democracia

El funcionamiento de la democracia es una continua pelea de intereses. Extractivismo sí o no, no debiera ser un conflicto insalvable. Es un tema muy digno de discutir si los que lo hacen quieren lo mejor para el país y todos sus habitantes. No es posible enfocarlo desde ningún grupo particular sin tener en cuenta todas las variables del problema. Deben abordar esta disyuntiva todos los que sienten válida la lucha por la libertad que otorga la igualdad para todos los pobladores. Los que se disfrazan de ecologistas o de antiimperialistas, para impedir la autonomía y volver a 10 años atrás cuando se regaló la soberanía argentina, abstenerse.