lunes, 22 de julio de 2013

La Patria es el otro


                                                                                           Mirta Ventura
                                                                                             Julio 2013

Confusión deliberada

La confusa oposición que manifiesta el frente renovador de Massa se inscribe dentro de cierta línea que pretende diferenciarse de los opositores porque sí, aduciendo en cambio motivos precisos. Entre éstos, el avance sobre la justicia (cuando el gobierno pretende democratizar su conformación y transparentar su funcionamiento) o el autoritarismo (del que nunca pudieron explicar en qué consiste).

El candidato, así como la porción del electorado que él cautiva, por algún sentido de pavor, es de suponer, no se manifiestan  de derecha planamente. Mientras Massa se presentó un poco kirchnerista, y propone rescatar algo de lo hecho por el kirchnerismo, simultáneamente, Macri revela que tiene un acuerdo con Massa en la provincia de Buenos Aires y tiene gente propia en la lista de diputados que encabeza Massa. Es el elegido por los grandes poderes de  la derecha, la que reclama tener un representante presentable y en Massa lo encuentra. El lugar que ocupa en las tapas de diarios y en las pantallas de televisión, así lo corrobora. Por algún motivo él no lo blanquea y recurre a ese raro comportamiento que se está dando últimamente en  la política argentina, que es presentarse comprensivo, amplio, amigable y nada proteico. Están deseosos de poder decirle, cuanto antes, “el Capriles” argentino.

Error conceptual

Se critica en las filas del kirchnerismo la unidad de discurso, festejando en contraposición la diversidad y amplitud en varias de las listas opositoras. Cometen un error conceptual muy perjudicial al denotar como virtud esa variedad. Cuando se habla de democracia plural, no debiera entenderse como pluralidad de intereses, que es lo muestran las forzadas uniones construidas para la contienda electoral. La diversidad que se espera es en los distintos criterios para conseguir los intereses comunes que deben perseguir todos los integrantes de un mismo espacio. Lo que se considera un objetivo deseado por el que se lucha y se gestiona debe ser coincidente por todos y cada uno de los que confluyen en una misma lista electoral.

La Justicia y la Constitución
Los avances de la sociedad

La Constitución admite, como todo texto, alguna flexibilidad interpretativa. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, lleva esa flexibilidad hasta el punto de ruptura a favor de los poderes corporativos y en desmedro de las modificaciones progresistas generadas por los otros dos poderes, cuyos miembros fueron sujetos a renovación popular por el voto de la ciudadanía. Los ciudadanos examinan a través de su voto, periódicamente, los puestos políticos y por eso el papel representativo que cumplen los Poderes Legislativo y Ejecutivo. Asociado a este escrutinio, éstos van evolucionando como va evolucionando la sociedad. El Poder Judicial que suele encontrar a sus miembros en el mismo estadío social, repite su carácter conservador y termina atrasando respecto del avance social que va tiñendo los poderes políticos. Se debe alterar la lógica que hace que los intereses de los ricos estén siempre protegidos y los de los sectores populares no.

Los que desde la política se juran no poner en consideración reforma alguna de la Constitución Nacional, no hacen honor ni a la política ni a los avances lógicos de la sociedad toda. La Constitución en muchos de los estamentos referidos a los derechos sociales, se queda muy atrás de los avances alcanzados. El temor a que la reforma de la Constitución implique obtener la re-re elección para Cristina Fernández de Kirchner, habla de la necesidad que tienen los opositores de crear conflictos contra el gobierno nacional por muchos motivos. No ha expresado la presidente que quiera continuar en su rol de primera mandataria de la república más allá de 2015, discutir reformas para la constitución liberal no implica, necesariamente,  discutir la re-re elección, de discutirlo está la posibilidad de que democráticamente, se apruebe una de las posibilidades o la otra, y de triunfar la variante de la re-re elección y Cristina quiera postularse, el pueblo diría, democráticamente, si la elige o no.

Institucionalidad

Muchos reclaman al gobierno por la falta de “institucionalidad”. Así califican a las discrepancias del ejecutivo con las interpretaciones que hace la justicia acerca de la constitución. El inmenso poder de formación de opinión de la concentración de medios instala, como obvio lo que es discutible y como discutible lo que es falso.  Las garantías del patrimonio individual que la carta magna establece harán colisión, en algún punto intermedio, con los derechos sociales que el mismo texto consagra en otro capítulo. Interpretan como violaciones a la institucionalidad la discusión pública de las convicciones que realizan los miembros del ejecutivo en oposición al criterio a favor del dinero que adopta el sistema judicial. Es institucional que la Corte de Justicia custodie el ejercicio de todos los derechos que tiene el ciudadano porque esa es su función. Calidad institucional es incorporar a la constitución el inmenso avance de igualdad de derechos que se ha producido en los últimos años en nuestra Nación.

Los Medios que siempre aceptaron los golpes militares y apoyaron los gobiernos de facto, fuerzan no solamente los hechos actuales, sino hasta la narración de la historia de modo tan grosero que se han animado a comparar al gobierno actual con el nazi fascismo. Otra vez los reclamantes de las instituciones siempre han defendido a los que destruyeron realmente las instituciones republicanas, y estuvieron contra la democracia y las libertades. Llaman tiranía a los gobiernos populares y en particular al actual que trabaja en la recuperación de derechos interrumpidos por los gobiernos militares y neoliberales, y que ha ampliado, en forma significativa, los derechos sociales y humanos. Se critican estas acciones desde los medios gráficos y audiovisuales con periodistas estrella que tratan de sembrar la idea de que estamos en el peor de los mundos. Solamente los sectores comprometidos abiertamente con el gobierno refutan estas diatribas. Desde ningún sector de la oposición se opina sobre estas calumnias. La izquierda y el progresismo en general, los defensores de la verdad y la democracia, ¿nada tienen que decir?

Argentina presente

La actitud tomada por Cristina ante el hecho grave sufrido por Evo Morales, presidente de Bolivia, cuando el avión presidencial en que viajaba por cielos europeos, no fue autorizado a descender, deja a la luz el papel de jefa de Estado hacia el interior del país y de Argentina en el concierto internacional. Ante un hecho concreto, una acción fuerte, definida y protagónica en la reunión de apoyo a Evo en Cochabamba. Por el contrario desde el campo opositor, todo fue duda y discursos que no dejaran entrever ningún elogio a la posición argentina.

Organizaciones populares

Los desafíos que habrá que seguir afrontando no pueden ser abarcados por el gobierno en soledad. En esta década se adelantó significativamente en la distribución de la riqueza y los incluidos lo sienten y apoyan. Eso debe seguir avanzando, pero ahora la matriz es otra, hay que ir por más, van a surgir nuevos reclamos. No se ven, por ahora, grupos, asociaciones, partidos no incluidos en los que apoyan al gobierno nacional, que se propongan defender mucho de lo hecho y pelear para seguir conquistando más derechos. Lo peor es que muchos opositores no sólo no quieren avanzar sino que están propuestos a desandar. No se oponen a las corporaciones, por el contrario, son aliados a ellas. Desde el kirchnerismo, entonces, se debe seguir luchando por más conquistas, por más enfrentamiento con esos poderes corporativos. Lo que tanto costó conseguir puede destruirse rápidamente. Lo que sí se ve como nuevo y es posible considerar que aportan positivamente a estas propuestas, es la intervención popular de organizaciones con gran capacidad de movilización. El gobierno reconoce esa experiencia popular que tiene el valor de la acción directa y que entre sus miles de integrantes, incluye partícipes del  campo de la cultura, de las ciencias, de las artes, de profesionales destacados en distintas áreas que van accediendo a puestos significativos en el gobierno. Son organizaciones participativas de nuevas características que van mostrando su importancia.

La Patria es el otro

Este proyecto pretende incluir a todos o por lo menos a la gran mayoría. Que el argentino quiera a la Argentina y no trabaje en su contra, ni se alegre con los fracasos. “La Patria es el otro”, es la consigna que se ha escuchado en las últimas exposiciones, parece reflejar el propósito de este proyecto, incluir a todos. 





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