lunes, 26 de noviembre de 2012

Buenas y Malas


La unión es la forma política que tenemos para enfrentar los ataques exteriores y los de los enemigos de adentro...


                                                                                                  Mirta Ventura
                                                                                                 Noviembre 2012


En estos días mucho se ha dicho del significado de los sucesos transcurridos el 8 de noviembre (8N), y el 20 de noviembre (20N), y la significación que tienen los reclamos allí esgrimidos.

Malas

El 8N, las consignas estaban dirigidas en contra de lo ejecutado por el gobierno popular en amparo de los más necesitados, internalizadas por los poderosos como medidas demagógicas y autoritarias. Gran parte de los manifestantes pertenecen a esa clase media que sin pertenecer a los grupos enriquecidos en períodos de dictadura y neoliberales, se identifican psicológicamente con ellos y aspiran a pertenecer a esos grupos de privilegiados.

Otro pretexto por el cual vociferaban, es la imposibilidad de vivir en una dictadura como ésta, y la soberbia K. Mientras proferían agravios e insultos a la presidente, clamaban por “libertad”, en clara contradicción, ya que lo estaban declamando libremente, que no resiste análisis. No sólo con voces, actuaron con violencia en contra de trabajadores de los medios, que fueron brutalmente golpeados por algunos más efusivos en su protesta.

Buenas

Aunque no destacadas y quizás ni siquiera observadas, las acciones de la manifestación no fueron reprimidas ni cercenadas por ninguna autoridad de seguridad y pudieron expresarse libremente donde y cuanto quisieron. Esto marca, sin duda la calidad de la democracia que vivimos.

Malas

Piden, sin explicar consecuencias, eliminar el impuesto a las ganancias, las retenciones y que se disminuya el gasto público. Así las distintas centrales de trabajadores, como la oposición oportunista, exigen el incremento del mínimo no imponible. Es un tema digno de discutirse pero es privativo de un sector minoritario de los trabajadores formales y esta medida, así, aislada de una propuesta general de revisión de las condiciones tributarias del país, sería especialmente beneficiosa para los sectores de más altos ingresos, lo que no la hace progresiva precisamente. En cambio, las retenciones agropecuarias, la acción de la AFIP para el esclarecimiento del volumen de compra de dólares para turismo al exterior, contribuyen progresivamente en la acumulación tributaria. El pago de impuestos, la no evasión, costean el quehacer del Estado. La izquierda y centroizquierda entran en contradicción cuando hacen reclamos económicos regresivos en nombre de la mejor distribución de la riqueza. Piden, en definitiva, desfinanciar al Estado.

Se critica también, en el mismo sentido de querer limitar el gasto estatal, el otorgamiento de subsidios. Los subsidios son una política no arbitraria de este gobierno. Está direccionada a la energía, por ejemplo, para mejorar la competitividad. La industrialización se ve favorecida y el comercio también. Esto mejora los salarios y hace marchar el modelo productivo, que es pilar del proyecto reinante.

Se esgrime como falta de libertad el no poder evadir impuestos y seguir girando sin control a paraísos fiscales ganancias obtenidas, en vez de reinvertir en el país. Bregan por devaluación con lo que se conseguiría que los salarios se reduzcan y el consumo interno disminuya. Eso sí, los obreros no se manifestarían tanto en reclamo por sus derechos porque el empleo, en estas condiciones, disminuiría. También algunos piden que se tomen préstamos internacionales en lugar de usar reservas del Banco Central y hasta se ponen a favor de los fondos buitre. Se está en contra de la Asignación Universal por hijo, porque no les parece bien que otros que no son “ellos”, tengan libre acceso a la educación, con el agregado de que se les obliga a cumplir con la escolaridad y el plan de vacunas, para mantener la asignación. Piden seguir teniendo un país para pocos y esos pocos son los que se sienten elegidos por un mérito que ellos mismos se han otorgado.

Buenas

El proyecto de inclusión, igualdad y soberanía, no sin duro trabajo, sigue. El Gobierno Nacional, demostró que aunque le parezca justo un reclamo, si no lo puede cumplir no especula con demagogia. Cuando el Congreso votó por el 82% móvil para las jubilaciones, el Poder Ejecutivo lo vetó, asumiendo la impopularidad de la decisión. El motivo explicado fue la falta de sustentabilidad que tiene, por ahora, el sistema para implementarlo. Para que este derecho pueda otorgarse, la relación entre aportantes y beneficiarios debe ser de cuatro a uno y la actual es de una y medio a uno. De aplicarse se entraría en serios problemas económicos. En provincias como en Santa Fe, y en Córdoba, con distintas característica, en donde se otorgó ese beneficio, entraron en fuerte déficit y piden auxilio al Gobierno Nacional. La política de lucha contra el trabajo en negro y la evasión, así como el control sobre los aportes patronales, van a favor de hacer, genuinamente, el sistema sustentable.

Malas

Se discute, si entre los que se han manifestado el 8 y el 20, hay ciudadanos, además de los mencionados grupos añorantes del neoliberalismo y de los oportunistas que pueden estar hoy con la Sociedad Rural y mañana con Moyano, o, como en este caso, con los dos a la vez, que puedan con el tiempo ir involucrándose y con mejor comunicación ir comprendiendo que las cosas no son tal cual se la cuentan los medios monopólicos.

Pero hay otros grupos, que participan del mismo modo, utilizando la disconformidad manifiesta, sin poner límites a aliarse con quienes en los papeles deberían ser los adversarios más claros. Me refiero a nuestra centroizquierda e izquierda a las que tantas veces hemos apelado. ¿Qué hacen de ese lado del puente? ¿Cómo están con La Rural, la Confederación Agraria, con la CGT que ahora es amiga de TN?

Buenas

Hay algunas reacciones dentro de esta franja que denotan la incomodidad de identificarse con los grupos más reaccionarios. Se produjeron divisiones en Proyecto Sur por no acordar con la posición que tomó este espacio frente a la manifestación opositora del 8N. Muchos de los componentes se fueron apartando desde el conflicto con las patronales del campo y la participación en la reciente marcha de derecha, agudizó la postura de varios que no coinciden, claramente, con esa postura. La decisión de concurrir no fue unánime, los que así lo hicieron, no escucharon a los que se oponían a colocarse en ese lugar. Parece sensato que compañeros progresistas no puedan aceptar participar en esta movilización y que las declaraciones de Pino provocaran malestar al interior de ese espacio.

Malas

El Frente Amplio Progresista, cada vez se aleja más del progresismo. No tienen problemas de mostrarse con la oposición mediática, con lo que son ahora Moyano y Michelli. Entre sus aspiraciones más renovadas están: “Responder a los reclamos del 8N y 20N”, la manifestación que reclamó con vehemencia la vuelta al neoliberalismo y el desprecio a las políticas sociales. Esto es el frente progresista.

¿Buenas o Malas?  Depende de nosotros...

Están en juego Leyes Soberanas del país, tanto con el fallo del juez Griesa a favor de los fondos buitres, como en torno al acomodamiento de los grandes medios a las normas vigentes. La Ley de Medios Audiovisuales es una ley aprobada por el Congreso Argentino y debe cumplirse plenamente. También el Congreso dictaminó, cuando se realizó el canje de la deuda en dos oportunidades, que quienes no aceptaran entrar en este acuerdo, no cobrarían su deuda. Pagarles, contradice la ley vigente.

Aquí la política tiene que funcionar. Los que pertenecen al espectro progresista de izquierda tienen que actuar con énfasis a favor de nuestra soberanía. No es una simple declamación, aquí en estos días se juegan cosas importantes para la Argentina. Por supuesto que los Grandes Medios y sus políticos cooptados, además de querer seguir sin cumplir la ley y actuar como si no existiera, se muestran satisfechos si jueces foráneos quieren intervenir sobre nuestra soberanía jurídica aunque perjudiquen, notablemente, a todos los argentinos, pero no se espera lo mismo desde el lado progresista. El pedido de la izquierda de volver a cuestionar toda la deuda y no pagar los compromisos tomados en el canje, tampoco ayuda. Felipe Solá del Peronismo Federal se manifestó en este sentido, en contra de lo determinado por el juez Griesa. Algunos dirigentes radicales también se manifestaron en contra de la pretensión de los fondos buitre. Binner, en otra muestra lamentable, propuso pagar. En esto somos todos argentinos y debemos saber estar unidos en nuestra defensa. La unión es la forma política que tenemos para enfrentar los ataques exteriores y los de los enemigos de adentro.











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