miércoles, 23 de febrero de 2011

Latinoamérica del siglo XXI

Ojo, somos nosotros...

Mirta Ventura (*)
Febrero 2011

Cambio de cultura

En esta parte del Planeta, La América de Sur, se ha gestado lo que mencionamos como “Socialismo del Siglo XXI”. En muchos países de esta franja, con distintas características, se fueron produciendo cambios de rumbo, como salida de la imposición desde el imperio de sistemas absolutistas ejercidos por gobiernos neoliberales. Bajo esta resguarda, la humanidad sufre, inevitablemente, una crisis de civilización y existencia.

Estos cambios de rumbo se van afianzando, pero la resistencia es feroz. No tienen escrúpulos, quienes luchan por sus beneficios, que son excluyentes de la vida digna de sus compatriotas.

Pero, se da en Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador, Argentina, Uruguay, se trabaja para consolidar este rumbo distinto, no servil con los Estados Unidos ni con las grandes Multinacionales, con las armas de la democracia. No se considera la lucha armada como posibilidad, de allí que a este estadio lo llamemos “Socialismo del Siglo XXI”.

Los gobiernos neoliberales precedentes, no solamente destruyeron las economías de estos países, dejando en la marginación a miles de ciudadanos, sino que para lograrlo, se valieron de la represión y la muerte.

El trabajo es dificultoso y profundo. Para esto se necesita avanzar en un cambio de cultura en donde todo lo que se posee debe ser utilizado de manera distinta de cómo se hacía en el neoliberalismo.

La ciencia y la técnica deben estar al servicio del bienestar, salud, alimentación y educación de las poblaciones y no para los usos suntuarios de unos pocos. El genuino derecho que tienen los pueblos de obtener en forma controlada riquezas de su naturaleza, no debe ser menoscabado por la defensa del medio ambiente, mientras simultáneamente la explosión de la industria automotriz dilapida el petróleo con la producción de máquinas cada vez más potentes y ostentosas. Esa misma defensa del medio ambiente que se escandaliza por la extracción de los minerales necesarios para el desarrollo y no se molesta cuando esos minerales quedan expuestos por las voladuras provocadas para construir las supercarreteras que necesitan las ostentosas máquinas de las clases pudientes.

Desarrollar la ciencia y la tecnología, es fundamental para los pueblos y en esta etapa los gobiernos latinoamericanos trabajan y aportan en ese sentido. Que de ese proceso se obtenga desarrollo social, depende de la ideología (como siempre).

El cambio de cultura debe incluir la dignificación de la política. Es necesario que se desarrolle en todos los ambientes. El concepto de que la política es sucia, está divulgado por la cultura de los Monopolios, en donde la economía pretende regir la vida de los sujetos. En la nueva cultura, la política, que es la función más digna que pueda tener el ser humano, se va viviendo como motor de las decisiones que afronta la conducción de un país, dejando a la economía al servicio de esa idea política.

Argentina es Latinoamérica

Afortunadamente, Argentina está a la altura de las circunstancias. Además de los grandes logros obtenidos en lo social con el enfrentamiento a grandes Monopolios intocables, en la política interna, ha contribuido con contundencia a la consolidación del proyecto latinoamericano. Es muy reconocida en la región por su firme y rápida acción en los sucesos de Honduras, Bolivia, Ecuador, asilo político a Apablaza. Por su intervención en el proceso y avance en la unificación política que suscita el MERCOSUR y UNASUR. La creación del Banco del Sur, lamentablemente demorada, será una medida, realmente, concluyente.

En lo energético, la integración también avanza. El gas entre Bolivia y varios de los países, Brasil y Argentina con la energía de origen nuclear e hidráulica. Argentina y Paraguay con Yaciretá. Se trabaja también en la integración energética entre Argentina y Venezuela.

Pero algunos no lo sienten así...

Las reacciones ante el incidente en el Aeropuerto de Ezeiza con el cargamento no declarado que traía el Boeing C17, nos muestra que no todos deseamos vivir en la misma Argentina.

El intento de convertir ese vuelo internacional en un simple cruce informal, demuestra el poco respeto que tiene Estados Unidos ante nuestra Aduana. Peor aún, hacía poco tiempo intentaron lo mismo, pero al ser puestos en evidencia, el vuelo se volvió sin hacerlo trascender. Esta vez, insistieron en entrar sin ser controlados. Argentina hizo lo que debía hacer: “Las leyes aduaneras argentinas están para cumplirlas”.

Las interpretaciones que se hicieron de este hecho, pone de manifiesto de qué lado está cada uno: Como Intentaron pasar un tercio de la carga con que llegó el avión sin declarar, el gobierno ordenó abrir la valija que los estadounidenses se negaban a abrir. Los grandes Medios lo presentaron como si hubiera sido Argentina la que provocó el incidente. Dijeron que Estados Unidos estaba perplejo por la requisa del avión y que Estados Unidos estaba sorprendido por el incidente provocado por Argentina. Hablaron de la Inseguridad Jurídica que había en Argentina. Estos grandes Medios, juegan el papel de voceros del Imperio.

No solamente los medios tomaron esa insostenible posición. Macri que dio por sentado que Argentina estaba provocando conflictos con Estados Unidos, de Narváez que aseguró que el gobierno sigue en la senda de una pelea ridícula. El conjunto de la oposición se sumó a las críticas, con la excepción de Alfonsín, aunque condicionó el apoyo a la medida tomada por el gobierno a su “veracidad”. Aún teniendo la razón Argentina, el resto, defendió al Poderío.

Panorama

Tenemos un camino que estamos recorriendo con hechos que avalan su dirección y sentido.

Hay una oposición que tiene como rumbo aparente desandar lo andado y ser esa derecha inventada en los 90. Una derecha que no tiene a la política como centro. Es una suerte de gestión empresarial o del espectáculo. Sus representantes salen de la farándula como en el menemismo, y parecen ignorar las transformaciones que se van construyendo. Ignoran lo que es hacer política y su frivolidad los hunde frecuentemente en el ridículo. Más alguna izquierda que no sabe ubicarse, que no es capaz de visualizar que los gobiernos de Kirchner y de Cristina, han sido los gobiernos que han enfrentado la coacción de las corporaciones desde la restauración de la democracia.

Hay distintos sectores que no asumidos como kirchneristas, aprueban el sentido general de este gobierno y se van sumando y aportan y exigen y mueven la rueda. Y eso sirve.

Rol del Estado

El tema fundamental surge excluyente. De lo que hablamos es del Rol del Estado. De eso se trata. El Estado se está reconstruyendo, reconoce su rol y lo ejerce, interviene. Debe intervenir. En las políticas públicas para todos, en la exigencia del cumplimiento de las leyes que permitan hacer una sociedad más equitativa. En su política exterior, resguardando su soberanía y contribuyendo a resguardar la de toda la región.

La cooperación militar de EE.UU. no se corresponde, muchas veces, con los propósitos declarados oficialmente para Latinoamérica. Incitan a los países de la región, valiéndose de los que se sienten subordinados, a tomar roles que no serían legales en EE.UU. Lo hacen siempre, pero esta vez fue controlado. No se dieron cuenta que estamos en otra Argentina a pesar de los muchos que piden volver al patio trasero. Que Argentina no es la misma ya lleva unos años: Se opuso y consiguió que en la Cumbre de Mar del Plata no se aprobara la participación de Latinoamérica en el ALCA, se pronunció en contra de la intervención de IRAK por parte de EE. UU, se negó a la hipócrita condena a CUBA por los derechos humanos en su suelo, propiciada por los “dueños” de la cárcel de Guantánamo, etc. El estado argentino funciona.

Estamos creciendo...
Que la inspiración me encuentre trabajando... (P. Picasso)

Hay sectores políticos, culturales, sociales, que se van sumando con valiosos aportes a este suceso. Así como los ciudadanos se van incorporando al proceso de construcción, se van creando nuevos derechos. Y a su vez, como se exige, se debe entender que hay que dar.

Para que este proyecto se consolide, se necesita tener los instrumentos que aseguren que se va a poder resistir a los embates internos y externos. Implica poseer estructuras que funcionen con equipos de personas integradas en lo ideológico, y en lo operativo, abocadas a la construcción del poder. La formación de estos miembros al servicio de la política, en el campo de la ciencia, la técnica, la economía, la cultura, la salud, es el compromiso relevante en esta etapa.

No se puede parar. La sociedad argentina puede plantearse este desafío. Está creciendo. Está para más.
.

(*) Licenciada en Física (UBA), 1974
INTI, (1974-1981)
CONICET, (1981-1988)
CNEA, (1984- 1995)
ARN, (1995-2010)