jueves, 11 de abril de 2019


Patria o Colonia

                                                                                     Mirta Ventura
                                                                                                 Abril 2019


En principio, en esta etapa del país, los Partidos y/o Frentes progresistas, tienen que poner su esfuerzo en ganar las elecciones de octubre de 2019. Claro es, también que ese Frente no puede formarse de cualquier forma, debe tener propuestas básicas uniformes en todos sus componentes, porque no hay que perder de vista que no es ganar por ganar. Se quiere ganar para gobernar y se quiere gobernar para transformar el país que está cayendo día a día de manera  irreversible, debido a las medidas ejecutadas por el Gobierno de Derecha que nos gobierna desde diciembre de 2015, votado por mayoría del pueblo argentino.
Pero no es ganar la elección solamente la tarea de este momento. Si las elecciones se ganan, es fundamental plantearse cómo se gobernará, qué medidas económicas se instrumentarán desde el primer día de gobierno. Debe ser prioritario plantearse que el plan económico debe estar diseñado para que se proyecte por largo tiempo.
 
La Izquierda hoy
(No nos referiremos a lo que hoy se llama Izquierda en Argentina, sino a lo que le atribuimos a un Gobierno Nacional, Popular y Democrático que deseamos tener desde diciembre de 2019).
 
Luego de la caída del Muro de Berlín en 1989, se instaló que era una derrota de la Izquierda y quedaron en dudas los métodos, por mucho tiempo sostenidos, para llegar a un sistema de gobierno de Izquierda. Además no se obtuvieron las transformaciones del mundo que se proponían con la obtención de los Gobiernos de Izquierda. Para esos cambios, que no se dieron, se habían planeado. Lo que se llamó Izquierda era todo proyecto emancipatorio, con igualdad de oportunidades para todos sus habitantes, sin diferentes clases sociales y sin represión.
Y no se consiguió.
 
Repensando
 
Hay que repensar la estrategia para que lo que se vaya consiguiendo acerca de la emancipación, la igualdad social, la autonomía durante los Gobiernos Progresistas, sea perdurable, que se instale como idea para que las mentes colonizadas vayan cambiando. Que el sentido común (a decir de García Linera) de los ciudadanos, sienta lógico estar progresando y que las oportunidades sean las mismas para todos y no que caigan en el absurdo de votar, una vez que han crecido durante un Gobierno Popular, a un gobierno que le sacará, y es bien conocido pero no concientizado, los derechos adquiridos.
Deberemos pasar de explicar lo que ser de Izquierda significa a perpetrar los métodos económicos y culturales propuestos. Realizarlos significa ponerlos en acción y prever con anticipación los problemas que podrían aparecer para superarlos y perdurar en la realización del proyecto.
 
Libertad
Recuperar el concepto de libertad, es otra de las tareas de los gobiernos populares. La libertad que hoy gozan todos los habitantes de nuestro país, es la libertad de morirse de hambre. La libertad que nos proponen los gobiernos de derecha, neoliberales o capitalistas es la libertad de mercado que trae aparejado la desigualdad, el enriquecimiento de pocos a costa del empobrecimiento de muchos. Lo sabemos, pero no está incorporado en las mentes de mayorías que vuelven a votar a gobiernos que sabemos van a implementar ese modelo.
La libertad que resaltamos es ser libres de opresión externa e interna. Pensar libremente, escuchar distintas opiniones, medios de comunicación plurales con igualdad de posibilidades. No tenemos nada de eso. Hay que incluirlo en nuestras futuras acciones, para gobernar para todos.
 
Colonizados y colonizadores
 
En 1519, Hernán Cortés llegó a la costa del actual Estado de Yucatán en México con el convencimiento de apoderarse de todo, o sea de conquistarlo totalmente. Para hacerlo derramaron sangre sin inhibiciones de ningún tipo y es lo que hicieron en toda América. La población de América, quedó reducida en casi un siglo, al 10% de lo que era originariamente.
Los europeos se extendieron también en África y Asia. Comenzaba así lo que se iba a llamar “Globalización” que es la causante de la creciente expansión de la Cultura Occidental.
Cuando en México, en la actualidad, se conmemoraron los 500 años de la llegada de Cortés, el presidente López Obrador, pidió a España que pidiera perdón por los cuantiosos crímenes cometidos en la Conquista. El gobierno español se negó explícitamente a disculparse. Notable demostración que no piensan renunciar a ser dominantes aún en la actualidad. Las disculpas serían solamente un acto simbólico.
Nuestro presidente Mauricio Macri le dijo al Rey de España, Felipe VI, refiriéndose a los patriotas que nos independizaron de España, que seguramente se sentirían angustiados en ese momento.
No han dejado, después de tanto tiempo, de tantas luchas por la emancipación, la mente colonizadora.
Con la negación al pedido de López Obrador, España confirmó su mente colonizadora y con el comentario denigrante de Mauricio Macri, quedó a la luz la mente colonizada.
Hablamos de La Patria Grande que pudimos palpar en los primeros años de este siglo con Chávez en Venezuela, Evo en Bolivia, Correa en Ecuador, Lula en Brasil, Néstor y Cristina en Argentina. Unidos se propusieron ser una América Latina Unida e Independiente. Ninguno se vendió. En ese momento Cuba fue reincorporada a la OEA. Pero no lo iban a permitir, y todos los países que luchamos por la soberanía con Gobiernos Nacionales, Populares y Democráticos fuimos atacados y derrotados con la cabeza colonizadora de Estados Unidos, y con nuestros coterráneos con mentes colonizadas que pusieron, una vez más, a gobernar.
 
Un poco de historia reciente y futura
 
En los 12 años anteriores a que gobierne Macri, todo el pueblo argentino vivió mucho mejor de lo que ahora vivimos. Se nacionalizaron empresas que habían sido privatizadas por otro gobierno neoliberal anterior, se le dijo no a los fondos buitre, se abrieron 16 nuevas Universidades Estatales en lugares recónditos del país, se recuperaron los fondos jubilatorios a manos del Estado, se ampliaron las jubilaciones notablemente, se desarrolló la industria nacional, se progresó en la Ciencia Nacional en muchos sentidos, era un país que tenía como meta ser autónomo. No en vano se acogió la consigna, tan sentida Tenemos Patria.
El neoliberalismo trajo pérdida económica, material, se volvió a someter a mandatos foráneos y también, no explícitamente comentado,  se le da poca apreciación al ser humano. 
Con la muletilla el “Cambio”, la ayuda imprescindible de los medios gráficos, televisivos, radiales y en las redes, que responden al poder neoliberal, se metieron en las mentes de personas que habían recibido beneficios para una vida digna con derechos y votaron el “Cambio”. Sabemos que el cambio fue cierto y muy importante, pero todo para peor. Creyeron que si proponen cambio, sería para mejorar. Algunos, viendo desde donde venía la propuesta, supimos que no sería beneficioso.
De allí que insistimos con la tarea fundamental del cambio cultural. No debe ser un enunciado solamente, hay que definir ahora, qué haríamos si se recobra el gobierno, el día después. Esta urgencia es en lo económico, en lo cultural sobre la necesidad de cambiar el sentido común de nuestra población. No somos europeos, no somos yankees, no somos países dominantes que para tener el buen nivel por el que luchamos, extraen riqueza y someten a nuestros países, pero tenemos la posibilidad  de  tener un país soberano, equitativo socialmente, libre y contamos con la convicción, absolutamente necesaria, de trabajar para la constitución de la tan anhelada Patria Grande, que nos daría el intercambio comercial beneficioso para todos los países de esta región y la protección solidaria entre los países hermanos. No debe ser solamente un enunciado, se impone describir con nitidez las medidas a desarrollar, cómo y con qué.
Nuestros países debieran ejercer el proteccionismo, defender la industria nacional ante las importaciones en oposición a lo que las mentes colonizadas prefieren, que es tener acceso a todo bien material que el mundo expone. Se oponen al cepo de dólares y no se sienten en falta llevando los dólares al extranjero en detrimento del país en el que viven, tienen sus hijos y los educan.
Resultado del neoliberalismo es, también, formar mentes individualistas y eso también hay que modificarlo. Los que crecieron con el Gobierno Nacional, Popular y Democrático, creen que ha sido mérito propio. Ahora que se les cortan sus derechos adquiridos y la vida se les complica, escuchan sin enfurecer y lo aprehenden como suyo, que es debido a “la pesada herencia”.
Es momento de analizar lo hecho, lo conseguido, lo no alcanzado, lo perdido, lo que consideramos aciertos y también los errores, pero hay que salir de la fase descriptiva e interpretativa.
Las experiencias pasadas, siempre brindan aprendizaje, y nos han demostrado que con el triunfo del Capitalismo a partir de la Caída del Muro de Berlín en 1989, los acontecimientos seguirán siendo recordados y analizados, pero no sirven para proyectar las tareas necesarias para tener una sociedad en el futuro, sin diferencias de clase y sin opresión, como siempre se dijo que se anhelaba desde la Izquierda.
El trabajo a realizarse está planteado. Los que así nos lo proponemos, debemos poner fuerza en el cambio de Sentido Común, aún de nuestras mentes. Tarea indispensable.
 
Acciones
 
Si va a haber un Frente de Unidad para las elecciones, tiene que ser formado bajo estas definiciones y con el compromiso de cumplirlas cualquiera sea el elegido si se va a primarias. No vale más lo que se ha hecho cuando después de las primarias en 2015, se saboteó la candidatura de  Aníbal Fernández en la Provincia de Buenos Aires.
 
Estamos en un momento crucial, no valen los atajos, ni las líneas medias. Lo de hoy es, nuevamente, Patria o Colonia.
 

lunes, 3 de septiembre de 2018

¿Qué nos pasa?



¿Se puede seguir ignorando la gravedad de lo que está viviendo nuestro país?
                                                                                
                                                                                Mirta Ventura,
                                                                               Septiembre  2018

¿De dónde venimos?
En el transcurrir del gobierno que comenzó en 2003 y continuó hasta 2015, se fueron dando acontecimientos que no pensábamos que íbamos a vivir así, democráticamente,  después de tantos años de neoliberalismo. Veníamos de gobiernos con conductas neoliberales, practicadas desde el Peronismo por Carlos Saúl Menem y del Radicalismo por De la Rúa.
Cuando fue avanzando el gobierno del Presidente Néstor Kirchner, proveniente del Peronismo, tuvimos una grata vivencia al ver que se ocupaba con fervor de los Derechos Humanos con Verdad y Justicia, de la Soberanía Nacional y de la Integración Latinoamericana. Las experiencias anteriores nos hicieron dudar acerca de si el camino tomado era sólo un refresco y luego se volvería a ceder ante las exigencias constantes de los países centrales, en especial Estados Unidos, de las Multinacionales y de los cómplices internos.
Con el transcurrir de los años, con felicidad, se pudo comprobar que, por el contrario, no fue un destello. Cada vez se fue reforzando y profundizando el camino hacia la emancipación nacional y equidad, que fue tomando el Gobierno Nacional y Popular que llamamos Kirchnerismo o más ampliamente, el desarrollado por el Frente Para la Victoria.

Resolución 125
Hubo un antes y un después en este acontecer Nacional y Popular que vivimos con entusiasmo y convicción. El punto de inflexión fue la determinación del Estado Nacional, en marzo de 2008, de retener un mayor porcentaje de los derechos de exportación a los cultivos más significativos. Esto fue una muestra muy clara del rumbo del gobierno que profundizaba así el concepto de equidad o distribución, al diferenciar estas retenciones según los distintos sectores del agro nacional.
Las corporaciones económicas, las judiciales y los medios hegemónicos vinculados al poder, comenzaron una guerra concreta y explícita. Transcurridos tres meses de lockout patronal, el gobierno envió al Congreso un Proyecto de Ley que confirmaba la Resolución 125, introduciéndose medidas especiales para los pequeños productores, lo que significó una política muy trascendente para beneficios de los medianos y pequeños productores. Por supuesto que la Sociedad Rural y la Confederación Agraria rechazaron la medida ya que nunca admitieron la idea de que aporten más los que más ganan.

Carta Abierta
Fue un momento muy difícil para la democracia argentina que estaba en suba. Los grandes medios solidarizados con el agro formaron una oposición infranqueable para aislar al Gobierno Nacional y Popular de toda la sociedad.
Miembros de la cultura tomaron la palabra, en forma de Cartas, para salir del encierro provocado por los Medios y la fuerte acción opositora. Se formó allí el espacio Carta Abierta. Tenían consciencia política y social que les hacía ver la intensión destructiva para con el Gobierno Nacional y Popular. La vida democrática y popular estaba realmente amenazada.
Las cartas se fueron sucediendo con la intensión de esclarecer y no caer en la consigna fácil y con el propósito de dejar en evidencia la fuerte acción opositora a todo acto de gobierno que ya, sin ninguna duda, era un gobierno que trabajaba hacia la equidad social y que ejercía en todos los planos, actos soberanos.
Las Cartas dejaban en claro, la defensa al proyecto democrático más avanzado que la Argentina haya vivido.
A partir de 2008, las acciones tomadas por la oposición, con la clara intensión de que el gobierno no siguiera profundizando las fuertes medidas populares y democráticas. Fueron nombradas cono “Clima destituyente”.
También debido a los progresos en la vida democrática, se denominó al gobierno como “Gobierno Nacional, Popular y Democrático”. 
Estas designaciones surgidas en el devenir político, representan una fuerte calidad simbólica que el período de gobierno comprendido entre 2003-2015, supo acreditar en su esencia.

Algunas características a destacar
El gobierno que gobernó, hasta 2015, al que llamamos kirchnerismo, y que Carta Abierta valoró porque supo apreciar la voluntad política que fue profundizando, con el transcurrir del tiempo, la noción de “Gobierno Nacional, Popular y Democrático”, tuvo además una característica particular, que es bueno destacar. Fue imponiendo medidas emancipadoras surgidas de sus intenciones. No obedecieron a pedidos ni presiones populares. Gran parte del pueblo las aprobó inmediatamente, otros con el tiempo, al recibir los beneficios que las políticas adoptadas les brindaban. Otros rechazan y tratan de desprestigiar  a  como tenga lugar. Son los que nunca quisieron ni quieren que la igualdad sea una meta. Prefieren siempre ser privilegiados creyendo que los son por mérito propio.
Las grandes movilizaciones populares, en ese período fueron para festejar. Si tomamos conciencia de esto, cómo no levantar la copa.

El péndulo  
Es importante puntualizar, a esta altura del desarrollo del gobierno neoliberal actual, que como es costumbre en este tipo de gobierno, vino con la idea ortodoxa de la economía que se apoya en instituciones financieras y en los medios hegemónicos de comunicación, económica y socialmente no ofrece soluciones.
Los que se identifican con este tipo de modelo económico, son el sector agropecuario, el exportador y el financiero que tienen en su discurso la propuesta de la efectividad del sacrificio, del no consumo y de la confianza al proceso vigente.
Los argumentos que usan para defender sus medidas recesivas están basados en los supuestos fracasos de los gobiernos populistas. Argumentan que las medidas tomadas que incrementan los salarios, la actividad económica, el consumo, el crédito, hacen que aumente el déficit del presupuesto, la inflación, el desequilibrio entre importaciones y exportaciones va a la baja, se llega al desabastecimiento y en consecuencia se ven obligados a tomar esas medidas duras. Consideran que los perjuicios que provocan, son necesarios por un período para poder salir adelante.
Estas ideas fueron muy bien descriptas por el Ingeniero Marcelo Diamand en 1983, en un trabajo llamado “El péndulo argentino: ¿Hasta cuándo?”. Diamand lo explicaba como “el crónico déficit estructural argentino” y a la oscilación pendular de la política económica entre dos corrientes marcadamente opuestas (Informe Industrial 2018). Se ha opinado en distintos sectores que sus ideas siguen vigentes. El debate sigue vivo.
Nos vemos obligados, a pesar de reconocer la calidad del trabajo de Marcelo Diamand, a remarcar que sería muy equivocado considerar que el período 2003-2015 del gobierno kirchnerista, está comprendido en la descripción general que se ha hecho de los gobiernos llamados populares.
Los interesados en desprestigiar el gobierno del Frente para la Victoria, lo incluyen linealmente en esa posición del péndulo.

Gobierno Nacional Popular y Democrático
Hay quienes están impedidos de ver con claridad los sucesos, no corrientes en las democracias formales, porque su ideología de creerse merecedores de privilegios, respecto de otros ciudadanos, desprotegidos, pertenecientes a los conjuntos más pobres, con pocas oportunidades para el crecimiento, los hacen sentir que lo que se les da a estos sectores, es derroche. Nunca pensaron en la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, como algo fundamental que debe plantearse cualquier gobierno que busca gobernar para todos, sin privilegios. De allí que se denominan gobiernos populares.
Tampoco han sentido profundamente, lo que es ser nacionalista en países, como los latinoamericanos, que de un modo a otro siguen peleando  por su soberanía. Estados Unidos, principalmente, y otros países capitalistas, siguen actuando como dueños que ponen condiciones a estos países dependientes para asistirlos de forma usurera. Ser nacionalista en los países como los latinoamericanos es pelear por la soberanía del país. No depender de estos poderes y trabajar para el trabajo nacional. Si no somos capaces de crecer económica y socialmente autónomamente, no somos independientes, aún en este siglo XXI. Por eso los gobiernos que sí han  trabajado por la soberanía se llaman Nacionales.
Generalmente, los movimientos populares que traen muchos cambios a favor de los más humildes no han tenido formas democráticas. Pero el gobierno que trabajó con convicción en la dirección de equidad y soberanía desde el año 2003, hasta el año 2015, en Argentina, nuestra patria, se ocupó también en fortalecer la democracia.
Podemos decir, con fundamentos, que hemos vivido en ese período, un gobierno Nacional, Popular y Democrático. Se diferencia notablemente de la descripción simple que se hace de los períodos populistas en ese lado del péndulo

Algunas acciones concretadas en el Gobierno Nacional, Popular y Democrático durante el gobierno kirchnerista 
Vivimos doce años que, quienes estamos comprometidos afectivamente a la patria, porque nos interesa y creemos que pelear por la soberanía de la patria en que nacimos y habitamos es una tarea necesaria, ineludible y noble, nos dieron respiro, ilusiones y satisfacciones porque el camino que se tomó fue hacia la equidad, hacia la restitución de derechos, hacia la soberanía.
Hacia la equidad: Muchas personas que siempre estuvieron excluidas socialmente del país, vivieron la inclusión, ser parte, hallarse con derechos, poder tener y gozar de atribuciones que nunca habían vivido. Se implementó la Asignación Universal por Hijo, se distribuyó a cada escolar una notebook, se dieron subsidios para que la gente no tuviera que pagar tanto a las empresas de Luz, Gas y Agua y para el transporte. Se pudieron jubilar personas que no tenían los aportes correspondientes porque fueron trabajadores en negro o amas de casa, trabajadores nunca valorados. La jubilación fue aumentada con una fórmula que tenía en cuenta la recaudación y la inflación, todos los meses de marzo y de septiembre, de modo que no pierda valor frente a la inflación. Se construyeron miles de casas a través del Programa PROCREAR, que daba créditos no indexados para construir la casa propia de miles de personas. Se implementó el Plan Cunitas, que otorgaba a cada niño nacido una caja con todos los objetos prioritarios para los primeros momentos de cada nueva vida. En educación el presupuesto aumentó considerablemente. Mejoras y creación de nuevas escuelas. Se crearon 17 nuevas Universidades Nacionales en distintos puntos del territorio argentino, lo que dio la oportunidad a muchos jóvenes sin recursos a acceder a la Universidad y muchas cosas más.
Hacia la soberanía: Se ocupó de tratar la deuda externa de modo de desendeudarse y desprenderse del FMI, para poder manejar con autonomía el manejo de los intereses financieros. No se dejaron cuentas externas abiertas. No se les pagó a los Fondos Buitre, se recuperaron las empresas nacionales que habían sido vendidas, restándonos soberanía, como YPF, Aguas Argentinas, Aerolíneas Argentinas. Se nacionalizaron los fondos jubilatorios que estaban en las AFJP, que se quedaban con usureros intereses de los fondos de los jubilados. Se construyeron satélites nacionales que se mandaron al espacio, que estaban orientados a poder llevar conexión a lugares recónditos del país y para tener privacidad en comunicaciones. Se reanudó el Plan Nuclear, que había sido totalmente detenido y se pudo terminar Atucha II y hacerlo funcionar hasta el 100% de potencia. La industria creció y se mostró que se podía progresar en lo nacional para tender a depender cada vez menos de las grandes corporaciones. Se reforzó y contribuyó a la relación con los otros países Latinoamericanos, con la idea de formar La Gran Patria Latinoamericana. Se tenía en claro que cada país tiene algo fundamental necesario para el desarrollo y la idea es no necesitar más de Estados Unidos y los demás países capitalistas.

Estado actual           
 Estamos viviendo desde diciembre de 2015, un Estado Destructor. No es que les sale mal, vinieron a eso a destruir todo lo logrado en soberanía nacional. Los grandes países imperialistas no aceptan que haya gobiernos independentistas  como fueron Brasil, Ecuador, Argentina, Uruguay, Venezuela, como lo es Bolivia.
Atacan de todos modos, mintiendo, inventando causas a los integrantes de los gobiernos nacionales y populares que vivimos en los años anteriores. En Argentina comenzaron a destruir, aun cuando estaba el gobierno de Cristina Kirchner, con el Atentado a la Amia y con el caso Nissman. Actualmente continúan insistiendo con estos eventos,  que han sido desechados ya varias veces. El arma utilizada para destruir nuestra soberanía, en la actualidad, es el Fondo Monetario Internacional.
En este gobierno encontraron los soldados necesarios para esta destrucción que la realizan alevosamente. Arruinan la Industria Nacional, la Educación Nacional, cierran escuelas, disminuyen el presupuesto en educación, en salud. Disminuyen las jubilaciones que ahora aumentan menos que la inflación, se eliminan las moratorias para jubilarse a las personas que no tienen los aportes completos. A la Ciencia y Técnica, las Universidades, al Conicet se les corta presupuesto y se detienen los programas de desarrollo autónomo. Se echa personal, consecuentemente, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Se pierden miles de puestos de trabajo… y más y más medidas regresivas.
No hay otra posibilidad, si nos interesa que Argentina sea un país independiente, que  ser opositor. La tarea no es fácil, pero la gente está tomando conciencia de la situación de pérdida continua que estamos viviendo. Continuamente hay grandes movilizaciones, en todo el territorio, para mostrar la conmoción que las medidas adoptadas por el gobierno producen en los ciudadanos. Todas en contra de los sectores con más necesidades. Los distintos colectivos políticos, los gremios, las organizaciones políticas que estamos en oposición a esta rapiña oligárquica, debemos unirnos. Por ahora hay que resistir. Después debemos ganar elecciones.





miércoles, 13 de septiembre de 2017

La Patria


                 La Patria es el otro...

                                                                                                  Mirta Ventura     
                                                                                                Septiembre 2017


            Parece trivial o elemental querer a la Patria, sin embargo, no siempre la ideología que vive en el interior de muchos ciudadanos permite que, este sentimiento genuino que parece natural, se instale efectivamente en sus mentes. No son conscientes de este abandono y si se les preguntara dirían en forma refleja, que sí aman la Patria, aunque en sus elecciones y comportamientos provocan perjuicio a esa Patria.

            Claro está que esto se produce por el accionar premeditado de todos los poderes dominantes, siempre presentes, que actúan desde afuera y desde adentro de los países, para que esto suceda. De no ser así no se comprendería cómo mucha gente vota en contra de los intereses de su país aunque se beneficie individualmente, y otros, humildes, votan en contra de sus conveniencias.


Emancipación

            Quizás se hace necesario, aunque sea bien sabido, marcar la diferencia entre ser “nacionalista”, en países dominantes o en países dependientes, como lo somos los países latinoamericanos, entre otros. El amor a la tierra en que uno ha nacido y habita, y su defensa es propio de ciudadanos con derechos y obligaciones pero, en caso de los países dependientes, ser nacionalista significa que luchamos por la soberanía, por la independencia. A pesar de 1810, 1816, y tantas otras contiendas, periódicamente caemos en gobiernos, como el que nos gobierna en este momento, que con el argumento de pertenecer al mundo, nos entregan. No tienen como objetivo que Argentina sea autónoma, que crezca su producción, su desarrollo tecnológico, sus exportaciones. El sentimiento de soberanía no lo tienen. No quieren a la Patria.

            Ser nacionalista en países dominantes, por un lado es natural, pero allí no se pelea por la soberanía, porque ya la tienen, y para tenerla someten a países dependientes, se apropian de sus recursos naturales, manejan los precios a su conveniencia sin importarles el destino de tantos pueblos sometidos.


Lo que vivimos hoy en nuestra Patria

            Lo que estamos viviendo desde diciembre de 2015, es el retorno al modelo conservador que destroza la soberanía, que aniquila los caminos emancipatorios emprendidos en la década anterior, que profundiza la brecha entre ricos y pobres, que como siempre ocurre en estos procesos en donde se cercenan derechos, recurren a la represión. Esto lo hace el PRO acordando con la UCR que gobiernan por el voto popular. Es realmente nefasto y triste. Hasta tienen apoyo de un sector neoliberal del Justicialismo. Cuesta explicarlo.
            Los empresarios argentinos, muy alejados de lo que llamábamos empresariado nacional, viven del mercado interno. Sin embargo aprueban las medidas económicas de este gobierno que afectan profundamente la actividad comercial interna. Hay muchos trabajadores que también apoyan a este gobierno aunque se vean cada vez perjudicados socialmente. No podemos tomar como válidas las posibilidades que, según Esteban Bullrich se les presentan a los echados de sus trabajos y del sistema, de reconvertirse en “emprendedores” (conducir drones, fabricar cerveza artesanal).
            Actúan sobre los trabajadores organizados para producir individuos sueltos con problemas, soluciones y fracasos individuales. Años de organización laboral y social se destruyen convirtiendo las medidas de protestas colectivas como las movilizaciones y paros en impedimentos al normal tránsito de los vehículos. El trabajador autónomo no tiene conducta colectiva, cree él en sus condiciones personales si le va bien. Es el logro de las políticas que imponen para que desaparezcan los derechos laborales y sociales, haciéndoles creer a los perjudicados que vivir con individualismo sin intervención estatal, lo benefician. Terminan votando a favor de perder sus derechos.
                        El ataque es en varios planos, la ciencia argentina es apaleada. El proyecto Arsat-3, es dejado de lado, despreciando el desarrollo de la ciencia argentina. Restan presupuesto a la ciencia y técnica, no incluyen a los científicos de Conicet que ya habían sido aceptados para su incorporación, no respetan las paritarias docentes. El retroceso es contundente. Y como si fuera poco, con frivolidad y discurso de secta se proponen profundizar aún más hacia el individualismo emprendedor que contiene a la mayoría de los funcionarios nacionales que provienen de empresas que han actuado contra el Estado Nacional desde siempre.
            Además del historial de causas de corrupción de Macri que venían desde que era empresario y que se siguieron sumando, ya, como funcionario, estatización de la deuda privada, cloacas Rousselot, Manliba, importación de autos, quiebra del Correo Argentino, contrabando de autopartes y varias más, es necesario destacar el contenido de muchas medidas que este gobierno decidió tomar: al Poder judicial lo maneja según su conveniencia poniendo y sacando jueces según el contenido de sus fallos e intenta lo propio con el Consejo de la Magistratura, la ley de Medios y la ley de Argentina digital dejaron de tener vigencia simplemente por dos DNU dictados por el Poder Ejecutivo, por decreto fueron designados jueces de la Corte Suprema de Justicia, Intentaron dejar en libertad a violadores de derechos humanos aplicando el 2X1, incumplen normas internacionales, etc. La justicia no está funcionando en esta democracia.
            En lo económico, la inflación es mucho mayor a la que había en 2015, la industria nacional está en destrucción y, coherentemente, se perdieron miles de puestos de trabajo y los salarios disminuyeron y todo esto con un endeudamiento desbordante que compromete a la economía argentina por generaciones y generaciones.
            Además muchos funcionarios de este gobierno, tienen fortunas no declaradas y con imposibilidad de justificar. Todo coherente con la clase desde donde vienen, representan, y para la que gobiernan.
            Las personas que componen a este gobierno, tratan de parecer buenos, correctos, prolijos, se expresan como pastores o mediadores, pero son corruptos, falsos y usan para gobernar, a jueces inescrupulosos y represión. Aparecen festejando un triunfo electoral que no fue, para dar una imagen que no se corresponde con la verdad. Gobiernan con la mentira.
            El país está pasando un momento de destrucción, de pérdidas de derechos. Las personas, en su gran mayoría, tienen problemas laborales, habitacionales, pierden elementos vitales para el normal funcionamiento del hogar como el gas, la electricidad, el agua. En las libertades y derechos democráticos se ha caído notablemente, Milagro Sala está ilegalmente privada de su libertad, por imposición del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y parcialidad de la justicia, y vivimos uno de los mayores dolores que el pueblo argentino puede transitar, la desaparición forzada de un ciudadano, Santiago Maldonado. Todo es desdicha.

Disyuntiva histórica

            Estamos nuevamente ante dos opciones de país, dos modelos que lo fueron desde 1825 cuando Rivadavia venció a la Revolución de Mayo y a sus héroes. Ahora lo tenemos a Macri, representando al modelo financiero, agroexportador y el modelo representado por Cristina Kirchner (Unidad Ciudadana en la expresión actual), que defiende el mercado interior y estimula la Industria Nacional, la Ciencia y Técnica Nacional, la igualdad de oportunidades priorizando la educación, fomentando la inclusión social, la igualdad de oportunidades, la tarea conjunta con otros países latinoamericanos. Individualismo frente a inclusión, servilismo con los países poderosos frente a la lucha continua por la soberanía. Hoy las posibilidades son estas.
            Como ocurre asiduamente en nuestro país, para hacer algún proyecto político que se considere capaz de torcer el camino de derecha que estamos transitando, tenemos que tratar de entender qué pasa con el peronismo. Hemos tenido desde 1945 a 1955, peronismo con Perón, años en que la inclusión, los derechos sociales se desarrollaron especialmente, se comenzó con la organización obrera y su sindicalización, dándole al trabajo la mayor de las importancias, también para el peón rural, para el trabajo en general. Leyes que amparan al trabajador, comenzaron en esa época. Se introdujo el voto femenino con igualdad de derechos. Se nacionalizaron los ferrocarriles, se desarrolló la Industria Nacional. Marcó una gran diferencia con los que siempre gobernaron para los ricos. Pero en 1973, el gobierno de Isabel con López Rega, también fue un gobierno peronista, y la represión de la siniestra Triple A, fue gestada y ejecutada en ese período. También tuvimos en los 90, el gobierno peronista de Carlos Menem, que privatizó nuestra Aerolínea de Bandera, el Correo Nacional, YPF, gobernó en contra de los trabajadores, se perdieron derechos, se bajaron sueldos y jubilaciones. Entre medio de estos gobiernos peronistas, tuvimos, militares de derecha, radicales más progresistas y otros más neoliberales. Todos estos, trabajaron en contra del pueblo.
            A partir de 2003, un nuevo gobierno peronista, El de Kirchner y luego el de Cristina, trabajó a favor de los argentinos. Es un caso en que las autoridades se movieron más allá del reclamo de las bases en la recuperación de tantas empresas que fueron privatizadas, se las nacionalizó, y se las hizo producir. Argentina tuvo un período importante de emancipación, se favoreció a la industria, a la ciencia y a la tecnología nacional haciéndonos sentir por primera vez en tantos años, soberanos. No aceptó lo que quisieron imponer los Fondos Buitre, para pagar la deuda cuantiosa que dejaron los gobiernos neoliberales anteriores, el peronista de Menem y el radical de De la Rúa y consiguió arreglar el pago con una disminución de la deuda del 70%. En ese período la ciencia argentina recobró prioridad y pudo continuarse con el programa nuclear nacional que había sido interrumpido en los 80. Se recobró lo ya hecho, muy cuidado por los trabajadores de Atucha y se pudo poner en marcha la Central Nuclear Atucha II, que llegó a trabajar al 100% de potencia, También se realizó el Arsat 2, que permitió no perder una de la órbitas asignada, que le pertenecen a Argentina desde la cual se pueden establecer comunicaciones a lugares complicados de nuestro interior profundo. Nos sentimos argentinos, recordamos qué significa querer a la Patria.

Pero la derecha volvió

            El 10 de diciembre de 2015, ganó las elecciones nacionales, “Cambiemos” compuesto por Macri, empresario financista, la Coalición Cívica de Elisa Carrió, y lamentablemente, el radicalismo también involucrado. Es el gobierno neoliberal por excelencia, de derecha, sin sensibilidad social alguna que va destruyendo el trabajo realizado durante 12 años progresistas. Los salarios en baja, los empleos destruidos, la tercerización a manos de privados como método, la baja en educación pública, la ciencia y el Conicet, devastados, la ampliación de rutas aéreas a manos de empresas privadas, no respeto a las paritarias, pago inescrupuloso a los Fondos Buitre, endeudamiento en crecimiento constante utilizado para el pago corriente, la pérdida de derechos sociales, la encarcelación ilegal de Milagro Salas, la desaparición forzada de Santiago Maldonado, la represión a las marchas de protesta ciudadanas, gremiales y estudiantiles... Un salto atrás contundente, y una curiosidad dolorosa ¿Por qué los votan?

La Patria es el otro

            La posibilidad más efectiva para combatir este desastre, sería la unión del peronismo y de los partidos de centro izquierda e izquierda, de todos aquellos que están dispuestos a defender un gobierno nacional, popular y democrático. Parece difícil, pero si pensamos que hay algo, lo más importante que tenemos todos los aquí invocados, que es el convencimiento que lo que queremos para nuestra Patria son las ideas de izquierda de este momento en Latinoamérica: Construir un Gobierno, Nacional, Popular y Democrático
            “La Patria es el otro", frase que fue acuñada cuando gobernaba el kirchnerismo, simboliza mucho de lo que ocurría y de lo que dejó de vivirse con el cambio siniestro que se produjo con Cambiemos.
            Emmanuel Levinas(*), destacaba que el giro del otro es el giro que falta a la filosofía. Somos todos iguales, y en lo concreto somos distintos, pero tenemos los mismos derechos. Somos iguales y somos distintos pero ¿cómo es posible comprender al otro sin romper su particularidad, la extrañeza? El otro nos constituye, nos destruye, nos ayuda y nos complica, nos posiciona y nos cuestiona. El Otro me es necesario para ser yo. No puedo ser yo sin el Otro.
            A la luz de esta cita, me permito interpretar que no es posible construir una patria democrática, si no se logra asumir que el Otro está en mí, que es parte de mí, porque yo solo no soy nada. Para hacer la Patria necesito del otro. No hay nadie que solo, represente a la Patria.

¿Cómo seguir?

            Cristina hizo una Carta Abierta, llamando a la unión de todas las expresiones del peronismo y progresismo. Rápidamente Massa se expidió en contra y es lógico. Alguna vez se llamó peronista, pero él y a quienes representa no tienen presente al Otro. Randazzo, tampoco acepta, otra vez más su individualismo va en contra del movimiento nacional popular y democrático. Veremos como se va engrosando la Unidad Ciudadana, que es la tarea hasta el 22 de octubre. Después habrá que trabajar, discutir, ampliar mentes, para que se llegue a entender que no es lo mismo que en 2019, vuelva a ganar el neoliberalismos de derecha, que no siente ni a la Patria ni al Otro, que un Gobierno Nacional, Popular y Democrático, que desarrolla y aplica las ideas sociales, soberanas, emancipadoras de izquierda, aunque muchas veces la izquierda se opone.     Los argentinos lo necesitamos. Los argentinos somos todos aquellos que queremos a Argentina y trabajamos para consolidarla independiente. Somos lo que bogamos por la Gran Patria Latinoamericana. Somos los argentinos que sentimos La Patria y al Otro. “La Patria es el Otro”.





Levinas, Emmanuel: Humanismo del otro hombre. Mexico 1974 (Montpellier 1972)

miércoles, 20 de julio de 2016

Pensamientos de Izquierda



                              Los pensamientos de izquierda no siempre son defendidos por las “izquierdas”.


                                                                          Mirta Ventura
                                                                            Julio 2016


Latinoamérica

Algunos sectores de la izquierda latinoamericana han sido críticos de los gobiernos populares que han surgido en estos últimos años en el continente y que viven hoy una crisis profunda. Estos gobiernos que se enfrentaron al neoliberalismo, y obtuvieron conquistas importantísimas en la lucha contra la marginación y pobreza, encararon concienzudamente la batalla contra la desigualdad. Estos países se fueron asentando democráticamente conformando lo que se ha dado en llamar Gobiernos Nacionales y Populares. Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia, Uruguay y Ecuador son los países que han vivido, después del neoliberalismo brutal de los 90, que dejó miles de personas en la pobreza y a los países en recesión y sin la posesión de sus recursos naturales. Estos países que han hecho una evolución fuera de libreto, en esa condición de amplitud de mente desarrollada, también comprendieron que la unidad regional era necesaria y que debían trabajar conjuntamente sin intervención de los Estados Unidos.

La llamada izquierda, que no llama izquierda a lo que viven estos países Nacionales y Populares, no ha acompañado y cuando se ha organizado para luchar contra el neoliberalismo no ha obtenido éxito alguno. Quizás cabe darle crédito a los procesos de estos países que sí han dado claros pasos emancipatorios, porque han llevado adelante pensamientos de Izquierda, más allá de conceptos y preconceptos. Y esto vale. Cuando los gobiernos populistas han necesitado del apoyo de la izquierda, para enfrentar los puntos más duros del capitalismo, ésta no ha colaborado.

Los progresos igualitarios sociales que estos gobiernos han conseguido no han sido suficientemente propagandizados, debido a  la acción contraria de monopolios empresariales y sobre todo, comunicacionales. Estas conquistas han sido obtenidas a pesar de la gran oposición que realizan estos empresarios decididos a defender el poder que el neoliberalismo, así se diga democrático, les ha dado. Tal lo que, lamentablemente, estamos viviendo actualmente en Argentina. De todos modos la izquierda no ha valorado los avances hacia la igualdad que en estos últimos años se han dado.

El imperialismo desde Estados Unidos, ha dicho basta con estos gobiernos populistas, progresistas. Notemos que usan despectivamente el término “populista”. La crisis no está solamente en Argentina, varios países de la región que han avanzado contra el neoliberalismo en estos años, son atacados profundamente e intentan, con distintos argumentos, justificar la acción depredadora que se les hace desde adentro y desde afuera de la región. Desde adentro intervienen los monopolios y las clases alta y media alta, o aspirantes a ella, para que siga habiendo desigualdad con privilegios, que siempre los ha favorecido. Desde afuera, con Estados Unidos a la cabeza. La CIA tiene constante contacto con muchos de los actuales funcionarios del gobierno actual en la Argentina. En Brasil también están acometiendo contra los progresos sociales, estas fuerzas reaccionarias. La idea es que los gobiernos progresistas dejen de gobernar la región. Pretenden poder hacer uso de los recursos naturales que la región posee y siempre encuentran lacayos autóctonos que se venden.

Para desprestigiar a los gobiernos han usado los medios visuales y gráficos con continuos mensajes catastróficos acerca de la situación del país y nunca les falta, porque es parte de su metodología, una denuncia por corrupción. Esto va haciendo su trabajo erosionante en las mentes desprevenidas que no estás atentas o conscientes a este accionar. Lógicamente, la corrupción es imperdonable, pero en estos casos la denuncia está siempre sesgada. Solamente son censuradas las acciones de los funcionarios de los gobiernos progresistas. Para los neoliberales se encuentran algunas justificaciones, dilaciones u omisiones realmente abusivas.

 Hoy, las políticas de los países latinoamericanos de economías que se orientaron hacia la distribución de la renta y al fortalecimiento del Estado, pasaron a la economía de mercado que fomenta la concentración en los poderosos y que priorizan las finanzas sobre el desarrollo económico, dan más valor a la ganancia que puedan obtener las grandes marcas que al desarrollo autónomo industrial. La conducción del país se pasa a manos empresariales, restándole poder al Estado.

Latinoamérica sufrió con dureza las políticas neoliberales y fue en Latinoamérica en donde se reaccionó con más integridad y resolución en contra de esas políticas, conformando gobiernos nacionales, populares, progresistas y autónomos que no estaban en las suposiciones de la derecha ni entraron en la imaginación de algunas izquierdas.

Latinoamérica, ha tenido la confluencia de varios países con caminos distintos, pero con un mismo sentido que fueron conducidos por líderes fuertes y con pueblos agradecidos a ese proceder que conduce hacia el progreso de esos pueblos. La Venezuela de Chaves y Maduro, la Argentina de Néstor y Cristina, La Bolivia de Evo Morales, El Ecuador de Rafael Correa, El Uruguay del Pepe Mujica, El Brasil de Lula y Dilma… son los países que vivieron la epopeya de enfrentarse al poder, rechazar las políticas colonizadoras y obtener resultados favorables para los necesitados, reconociendo sus derechos y trabajando para que se vayan constituyendo  paulatinamente, oponiéndose con convicción a las acciones contrarias de los enemigos de adentro y de afuera de los países.

En este momento, Latinoamérica está sumergida en un trágico revés, en dónde el neoliberalismo ha conseguido una nueva vuelta de tuerca con ayuda exterior de los países dominantes, de las grandes multinacionales e interior de los monopolios, de los medios de información y por qué no decirlo, de las mentes colonizadas que les gusta parecerse al Primer Mundo.

Ya no se habla más y, lo peor, no se proponen que haya igualdad y sin embargo hablan de “libertad”. No hay verdadera libertad si no hay igualdad, solamente hay libertad para que se sigan llenando los bolsillos a costa de los que menos tienen. Es el neoliberalismo que volvió.

No quiere decir que esto es definitivo. La propuesta es avanzar a una América Latina, integrada con más fuerza, revertir este mal momento y luchar en la profundización de lo hecho con el Mercosur, la Unasur, la Celac, el rechazo a la integración a la Alianza del Pacífico y el libre comercio, la comunicación con los Brics. Acordando entre los países contrarios al neoliberalismo el desarrollo conjunto en beneficio de la distribución de la renta, la industrialización autónoma en la región contribuyendo al desarrollo y autoabastecimiento de los socios del sur.

Ahora, varios países de Latinoamérica se encuentran detenidos en ese avance rotundo de las políticas contrarias al neoliberalismo. La derecha ha avanzado nuevamente y América Latina debe reponerse al golpe y trazar las acciones a realizar para volver al poder y profundizar y mejorar el camino emancipatorio e igualitario.

Algunos pensamientos sueltos acerca de ciertos sucesos de la historia…

Esta lucha no es nueva, la sufrimos desde los albores de la Patria. Nunca el triunfo emancipatorio fue total. Parecen lejanas algunas luchas del siglo XIX, como la de combatir la diferencia de razas que consideraban la “raza blanca”, superior a las otras, o la de considerar beneficioso copiar el sueño civilizatorio que pudiera vencer la barbarie americana, primero de Europa y luego de Estados Unidos, pero sin embargo cuánto de esto no está terminado, no directamente confesado y lo seguimos viviendo en la actualidad. Cuántos habitantes de esta América quieren parecerse cada vez más a los colonizadores civilizadores. Cuántos siguen viendo en Estados Unidos el modelo a seguir de civilización que se contrapone a la brutalidad de los gobiernos latinoamericanos que incluyen en todas las áreas a los morochos de la barbarie.

La Revolución Francesa de mayo del 68 no fue una revolución de vanguardia en donde confluyeron distintos estratos de la sociedad por distintas razones unidas por una vanguardia resuelta y esclarecida y minoritaria. Cuando se la estudia en profundidad, se concluye que fue una democracia de masas, libertaria en el pensamiento político, social y cultural. Las conquistas obtenidas marcan un hito en la historia universal, pero analizando el largo transcurrir del tiempo desde esa batalla, nos preguntamos si fue un triunfo definitivo, si es cierto que desde allí siempre se respetó la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. La respuesta es no.

¿La revolución de Mayo de 1810, fue una revolución definitiva? No lo fue. A pesar de ser una revolución que abarcó múltiples aspectos desde lo político, militar, cultural y diría Sarmiento “civilizatorio”, las luchas por estos motivos siguieron con triunfos y retrocesos. La palabra Independencia, estaba vedada para muchos.

La política que va desde 1810 a 1816 para poder proclamar la Independencia, está teñida de luchas internas entre los que estaban compenetrados con el poder británico que ordenaba no hablar de independencia, con los patriotas libertarios. En 1813, la Asamblea adhiere a la creación de la bandera, del escudo y de la moneda, pero sin embargo no aprueba redactar la Constitución. En cada acto significativo estaban los que querían una independencia real y los que se oponían a ser realmente soberanos. En 1816 triunfan los que lucharon por la Independencia de la Nación Argentina.

 La caída en 1955 del gobierno peronista también puede verse como una revolución abortada (J.W.Cook). En este caso por la represión militar y acompañada por la inacción de los gremios, políticos peronistas y de todo el progresismo.

En los 70, la formación de Montoneros para luchar por la liberación nacional en el seno del peronismo, luego la designación de López Rega de la mano de Perón que trajo la violencia criminal con la Triple A, la ruptura de Perón con los Montoneros, la muerte de Perón y el peor golpe institucional de la historia de nuestro país en 1976 en manos de militares represores, dieron por tierra cualquier ilusión igualitaria o emancipatoria que se haya creído haber tenido.

En abril de 2015, se realizó La VII Cumbre de las Américas en Panamá. Estas Cumbres, tuvieron distintas características según el contexto político en que se dieron. La de 2015, precisamente, se caracterizó por tener discursos fuertes que no se ocuparon de complacer a los Estados Unidos, como en algunas anteriores, y en donde se marcó, contundentemente, la acción invasora del país del norte según su conveniencia.

Cristina Kirchner en su discurso en la Cumbre, marcó la actitud intervencionista de Estados Unidos contra Venezuela con el pretexto de la “amenaza contra la seguridad de Estados Unidos” y de Inglaterra que usó el mismo pretexto “amenaza contra la seguridad de Inglaterra” para aumentar el presupuesto en armas en Malvinas. Muchos otros presidentes ratificaron estas posiciones duras, sin rodeos mostrando que los países de la América Latina no estaban dispuestos a seguir soportando la injerencia colonizadora en la región. Como gran simbolismo, que denotaba el buen momento que Latinoamérica estaba pasando, participó por primera vez en una Cumbre, Raúl castro, presidente de Cuba. Todos, Evo Morales, Rafael Correa, Raúl Castro, Maduro, Cristina Kirchner, en sus discursos remarcaron el papel de los Estados Unidos en la desestabilización y aún en los derrocamientos de gobiernos democráticos, también en la usurpación de recursos naturales y todo de frente, sin deseos conciliatorios. Todos juntos formaron una fuerza única. La Patria Grande estaba funcionando.

Estos gobiernos de la América del Sur, Nacionales y Populares mostraron un salto cualitativo importantísimo en las relaciones que se establecieron entre estos países y los Estados Unidos. La historia de nuestra América Latina está colmada de subordinaciones e intentos libertarios. Desde 2003 a 2015 vivimos, los que soñamos con el momento de ser verdaderamente independientes del Imperio y fraternales con nuestros hermanos latinoamericanos, momentos de lujo y gran satisfacción (1). Hoy sufrimos la frustración y desdicha de haber vuelto al neoliberalismo despiadado. Con distintas caras, y de formas diversas por la evolución de la historia en el tiempo, hay luchas fundamentales que no se han terminado porque cada tanto caemos nuevamente en ser gobernados por entreguistas, como nos ocurre actualmente.

(1) Símbolos, Conquista y Sentimientos, Tenemos Patria. Patria Grande. Pj 85. Mirta Ventura. Editorial Dunken. 2016.

En 1962 se produjo la expulsión de Cuba del Sistema Interamericano, y Bill Clinton en 1994 nos anunciaba que teníamos que formar parte del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) porque el libre comercio iba a beneficiarnos a todos los países del continente. No se aclaraba que este libre comercio se haría bajo la tutela de un único dueño. Era una nueva maniobra de expansión imperial que necesitaba del buen comportamiento de su plebe. Aprovechaba totalmente el derrumbe de la Unión Soviética. En ese 1994 se produjo la primera Cumbre de las Américas. El ALCA se convertiría en el sujetador económico, financiero y legal de todo el continente al sistema mundial de los Estados Unidos. Ya en 2001, las cosas fueron empezando a cambiar y Hugo Chávez marcó en la declaración final de esa Cumbre que se oponía al ALCA. A medida que Latinoamérica fue cambiando, también lo hizo el clima de las Cumbres. Con Néstor Kirchner y Hugo Chávez en 2005, en Mar del Plata se produjo el salto cualitativo mayor: NO al ALCA ilustrado elocuentemente por el “ALCA ALCA….rajo” de Chávez. Las relaciones carnales terminaron junto a esos presidentes lacayos del Imperio. En esta cumbre la tenemos a Cuba, patria heroica si la hay, y la Patria Grande está más grande.

Puntos de inflexión

Así como la Cumbre de las Américas de 2005 en Mar del Plata se constituyó como germen de un reordenamiento distinto de los países americanos, sin dudas, esta última Cumbre de 2015, constituirá un nuevo hito en nuestra historia. Nuevamente en estos últimos años nos toca ser testigos de sucesos que figuraban en los sueños y que sentíamos casi únicamente como utopías.

“Tenemos Patria”, “La Patria somos Todos”, son algunas de las frases acuñadas en nuestro país, de gran simbolismo para nosotros que vivimos el camino de la pelea, paso a paso, por la soberanía y la inclusión de todos. Podemos decir con satisfacción que también hoy “Tenemos Patria Grande” y que “La Patria Grande somos Todos”, incluidos como siempre lo han sido en nuestro sentimiento, los hermanos de la gran patria Cubana.

Dónde estamos

Hoy estamos en uno de esos momentos en que no se quiere hablar de Independencia después de haber vivido una década de grandes logros soberanos e igualitarios. La respuesta brutal no tiene piedad, nuevamente.

La situación es difícil y enmarañada. La administración de justicia también está complicada y el accionar antipopular está en marcha desde el mismo 10 de diciembre de 2015, día que comenzó en Argentina el gobierno de Mauricio Macri, que no para ni un solo momento en destruir todo lo positivo, inclusivo, igualitario, progresista que se fue construyendo en los 12 años de gobierno kirchnerista.

Aquí vamos a insistir con los “pensamientos de izquierda” que es necesario que todas las agrupaciones progresistas y de izquierda tengan muy en claro. La izquierda no puede seguir actuando como si nada hubiera pasado en estos últimos años contra los poderes reales neoliberales. Aunque no se actúe con el libreto establecido y a pesar que la lucha contra los poderes no haya sido total, no se puede seguir insistiendo con que son lo mismo. Junto a cada cosa que critica del nuevo gobierno neoliberal, saca (la izquierda) a colación algún accionar del kirchnerismo que no ha sido, a su entender, lo suficientemente absolutista, como ellos desean. No es lo mismo los ciudadanos con trabajo, con progreso social, con educación y universidades nacionales, con empresas nacionales, con industria nacional, con ciencia y técnica nacional, que invasión foránea provocadora de pérdida de puestos de trabajo, de grupos enteros de cuadros técnicos desarmados, que inflación no compensada en salarios, e incremento en la pobreza. No es lo mismo. Reivindiquemos los “pensamientos de izquierda”.

Podemos decir que bajo los gobiernos kirchneristas, sin enunciarlo, se tomó claramente la dirección de los pensamientos de izquierda. Claro que no en todos los rubros. También es cierto, que aunque la gran mayoría ha obtenido concretos beneficios sociales, culturales y laborales en estos años, no hay una relación lineal entre esta pendiente positiva con la conciencia de muchos de los agraciados. Esa tarea difícil de realizar, que es la toma de conciencia acerca de las grandes desigualdades que los poderes estimulan, es a lo que hay que dedicarse fervientemente en este complicado momento en que se es oposición. Difícil es llegar a esas mentes con el accionar continuo de los medios que ahora coinciden en ideología, con el oficialismo. Llegar a concientizar los “pensamientos de izquierda” es la tarea.

Las posiciones de izquierda en este momento en el mundo entero están siendo atacadas con dureza, y la tarea emprendida, de terminar con el modelo de sometimiento del neoliberalismo que ha hecho estragos en los países no dominantes, está amenazada. En el gobierno de Cristina Kirchner en Argentina, se había comprendido la necesidad de apoyarse en la integración con los otros países de la región y con los Brics, para abocarse al modelo de distribución con industrialización en pos del crecimiento económico y social.

El ataque continuo es además de económico, ético. Acusan de corrupto a todo gobierno que haya mostrado su clara intensión de beneficiar a los más necesitados, a los populistas. Seguramente hay hechos de corrupción reprobables, pero son solamente hechos. El neoliberalismo que acusa es corrupto desde sus propósitos porque trabaja para que los que más tienen sigan acumulando e intenta hacer que los desposeídos dejen de molestar. Prefieren importar que desarrollar las posibilidades nacionales, disminuyendo los puestos de trabajo en consecuencia. Estar en el primer mundo es un anhelo y no les importa, para conseguirlo ser lacayos de los grandes poderes.

 Los casos de corrupción en los gobiernos de izquierda no se pueden permitir. La ética ha sido siempre un baluarte de la izquierda y no se puede perder. Por hechos quizás mucho menos trascendentes que los que vemos realizar día a día por el gobierno neoliberal de derecha que ahora sufrimos, propagandizados por los grandes medios y utilizados por la justicia sesgada, pagamos consecuencias que van en contra de los derechos ya ganados por el pueblo en los períodos progresistas. La premisa original de la formación de izquierda que fue siempre la transparencia en todo accionar, debe seguir siendo inamovible para los pensamientos de izquierda.

Conocemos que este camino restaurador que ha tomado nuestro país, lleva a la tragedia. Se comienza con inflación, recesión, desempleo y el consecuente endeudamiento. Lo que lleva a que digan que para amortiguar esta difícil situación, que han creado, hay que soportar los cortes de derechos, cierre de pequeños fábricas y comercios y desempleo, público y privado. El país se somete entonces a los intereses de los grandes capitales y como siempre, en estos gobiernos se somete a los dictámenes de Estados Unidos. La tragedia está desatada.

En el litigio de Argentina con los fondos buitre, con la aprobación del Congreso Argentino del acuerdo que el mediador Daniel Pollak propuso, nuestro país se entregó. Levantaron la ley cerrojo y la ley de pago soberano promulgada por el gobierno de Cristina que impedía, precisamente, estos acuerdos. Todo esto es gracias a que han votado a la derecha y que entre los legisladores, elegidos para defender las ideas del conjunto que representan, traicionan apoyando medidas opuestas al mandato que se les ha dado.

La “izquierda” durante los gobiernos nacionales y populares de izquierda y en los gobiernos neoliberales

Hay una parte de la izquierda que se ha comportado durante el kirchnerismo, como si no hubiéramos avanzado respecto a los 70, en donde se pensaba que lo único aceptable era el todo o nada. Han opinado como si la revolución soñada, aunque no estuviera en el corazón del pueblo podría llevarse a cabo por ellos, una vanguardia esclarecida, que no iban a aceptar algo tan trivial como el kirchnerismo que no solamente se constituyó en un gobierno Nacional y Popular, sino en un gobierno Nacional, Popular y Democrático.

Cuando critican las medidas tomadas por este gobierno neoliberal, intentan mostrar que no es muy distinto al gobierno anterior kirchnerista. No valoran nada los derechos adquiridos, intentan mostrar que el kirchnerismo no terminó con el neoliberalismo y se permiten despreciar lo hecho y no marcan que con las acciones tomadas por el gobierno de Macri, el pueblo trabajador, la educción, la cultura, están en retroceso total. Los medios aprovechan esta posición de la llamada izquierda, simulan amplitud y los hacen participar en programas de opinión. Esta no es la izquierda que necesitamos.

¿Cómo seguimos?

Tomamos como partida el Kirchnerismo, considerando que se supo oponer a los grandes poderes, al monopolio mediático, progresó notablemente en las decisiones autónomas. Reconquistó derechos fundamentales igualitarios y distributivos, retomó la idea de la Patria Grande, necesaria para cortar con las dependencias con el llamado primer mundo. Pudo establecer transversalmente la unión con parte de la izquierda que aún no siendo peronista comprendió que parte del peronismo siempre estará cuando se luche por la ampliación de los derechos de la población. No son peronistas pero son absolutamente anti antiperonistas. No realizó el Kirchnerismo una ruptura total con el neoliberalismo pero no fue un gobierno neoliberal. Se recobraron la política, los valores patrios, la identidad de argentinos, el desarrollo científico y la industrialización nacional. Constituyó un gobierno Nacional, Popular y Democrático. Como referencia hacia la verdadera autonomía, hacia la equidad y por ende, hacia la libertad, califica.
No sería apropiado sentir como fracaso lo que vivimos en la última década por este golpe fatal que estamos transitando. En Argentina se salió del neoliberalismo que había llevado al país a una grave crisis económica, política y social. En todos los otros países latinoamericanos que se jugaron a salir del neoliberalismo, los progresos obtenidos son contundentes. En los que estamos sufriendo penosas vueltas al neoliberalismo, estamos cada vez peor. Luego podemos decir, con seguridad, que los gobiernos que han llamado despectivamente “populistas”, no han sido ni son fracasos.
Se necesita trabajar conscientemente para, a pesar de la crisis, seguir para adelante tomando en cuenta avances que se consiguieron, que son muchos y absolutamente necesarios, y los que no fueron obtenidos porque no se lo logró o porque no se llegaron a tratar.
Sabemos que toda pelea social tiene avances y retrocesos. Cuando esto ocurre, para poder seguir adelante hay que avanzar con más fuerza, y eso es lo que debiéramos proponernos hacer. Muchas cosas se han hecho bien y algunos errores que se han cometido no pueden ser analizados fuera del entorno en que se han realizado. Tenerlos en cuenta y superarlos es parte de la acción a tomar. Lo que hemos vivido en la década pasada no ha sido solamente una pequeña lucha ganada. Se forjaron las bases ciertas que sostienen a los gobiernos populares contrarios al neoliberalismo y quedó demostrado que era posible poner resistencia a los intentos destituyentes y se logró avanzar y mucho. No todas las veces estas acciones han sido triunfos, pero el balance es positivo.
La influencia de los gobiernos nacionales y populares de la América Latina llegó a países de otros continentes y se pudo visualizar, finalmente y necesariamente la vital diferencia entre estos gobiernos populares y los neoliberales.
La propuesta de este momento histórico que se vive, es enfrentarse a los poderes con la mayor concordancia de los distintos sectores que forman la sociedad. No claudicar ni dejar de pelearla. A la primera concesión las fuerzas destituyentes avanzan rápidamente. Si se entrega el país como hace el gobierno de Macri, aplauden los vendidos de afuera y de adentro y los grandes medios difunden la grandeza de esa acción.

En abril de este año frente a la multitud reunida frente a los tribunales de Comodoro Py, en su apoyo, Cristina hizo la primera propuesta concreta acerca de cómo seguir: Llamó a la formación del Frente Ciudadano compuesto por todos aquellos que quieren estar mejor.  Propuso que el Frente esté creado tomando como centro los derechos y la felicidad perdida, conformando un punto de unidad. Fundamentó la propuesta extensamente y recordó que la frase identificadora acuñada “La Patria es el otro” pasó a ser “La Patria es del otro” desde que gobierna la alianza Cambiemos.

La propuesta es abarcadora porque tiene en cuenta que el gobierno actual actúa para arrasar con las conquistas obtenidas en los últimos 12 años. Es decir que propone como primer paso, viendo las terribles consecuencias que van a sufrirse con las medidas económicas y sociales que ya pusieron en marcha, fortalecerse para resistir e impedir que este proyecto avance.

La mira va a tener que ser amplia y en varias direcciones. Las políticas implementadas deberán ser ajustadas con mayor rigor en lo económico, político, en lo sindical que es un punto fundamental. La amplitud para sumar a la gran mayoría no puede incluir a los que tratan de relacionarse amigablemente con el gobierno. La división es justamente los que están con la igualdad de derechos para todos y entonces sí hablar de Libertad, con la soberanía real de nuestro país sin dependencias ni subordinación a los Estados Unidos, o del otro lado los que aceptan este gobierno neoliberal con preferencias hacia los que más tienen y a los países del llamado Primer Mundo. Una cosa o la otra. O sea que la Propuesta del Frente Ciudadano, cuyo nombre sugiere que todos tienen posibilidad de estar incluidos, se propone hacer que los derechos adquiridos se retomen y se amplíen y se incluyan en la Constitución para que el Gobierno Nacional, Popular y Democrático, se afiance más y sea cada vez más difícil sufrir un revés como el que estamos viviendo ahora.

Sería necesario y, sobre todo, coherente que adhirieran al Frente y aportaran lo suyo, el progresismo, la centro izquierda y la izquierda lo que implicaría que han comprendido lo que significa la expansión de derechos, la exigencia de Memoria Verdad y Justicia, el enfrentamiento a las imposiciones foráneas que han tratado de poner a los distintos países que retomaron la lucha para construir la Patria Grande, que fue por lo que pelearon los gobiernos populares en Latinoamérica. Es decir los que desarrollaron los pensamientos de izquierda que no son sólo políticos, sino también ideológicos y éticos. No deben desconocer, porque la experiencia que estamos viviendo nuevamente neoliberal lo vuelve a mostrar, que siempre asociado a esta ideología viene represión y violencia institucional. Es su manera natural de proceder.


Hay mucho por hacer pero tenemos los elementos para poder recuperar lo perdido y avanzar con más fuerza. Nada está dicho porque la historia posible no es una sola. Sí está muy claro quiénes siguen queriendo hacer un mundo para pocos o los que estamos convencidos, y se ha demostrado, que trabajamos para incluir a todos y para  repartir igualitariamente los derechos adquiridos. La unión de los que estamos de este lado hay que forjarla, también la coalición latinoamericana forma parte del soporte necesario para afirmar las conquistas libertarias. Es nuestra expectativa, debemos reconstruirnos.